El Puente de Piedra de Zamora, en jaque: Patrimonio tumba el proyecto de subsanación de deficiencias por incumplir criterios históricos

La Comisión Territorial de Patrimonio de Zamora, reunida este jueves bajo la presidencia del delegado territorial Fernando Prada, ha emitido informe desfavorable sobre el proyecto de mejora del Puente de Piedra, presentado por el Ayuntamiento de la capital. Según el dictamen, las propuestas de intervención no resultan adecuadas desde el punto de vista de la conservación patrimonial, al no respetar de forma suficiente las características originales del monumento. 

Entre las actuaciones que se realizaron meses atrás figuraban la renovación del pavimento, la ejecución de un nuevo pretil y la mejora del alumbrado público.

En este sentido, uno de los aspectos más controvertidos de la ejecución en el puente es el pretil, cuya altura no alcanza los estándares mínimos de seguridad establecidos por normativa. El Ayuntamiento ha reconocido públicamente que la altura actual no llega al 1,10 metros exigido, quedándose en torno a los 1,03, lo que ha generado un conflicto entre criterios técnicos de seguridad y exigencias patrimoniales.

En este sentido, la Comisión Territorial ha acordado emitir informe desfavorable sobre las propuestas de subsanación del proyecto de mejora del petril, porque desde el punto de vista patrimonial la opción presentada "no se considera adecuada".

Por otro lado, la Comisión ha aprobado el proyecto del nuevo campo de fútbol de hierba artificial, que se construirá como anexo al estadio municipal Ruta de la Plata. Esta actuación, impulsada por el Ayuntamiento de Zamora, tiene como objetivo ampliar la oferta deportiva en la capital y facilitar el uso de las instalaciones a clubes y escuelas de fútbol base.

Mientras se resuelve el futuro del Puente de Piedra, que seguirá abierto al paso peatonal, el consistorio deberá buscar una solución técnica compatible con la normativa de accesibilidad y la conservación del monumento. El reto no es menor: encontrar una fórmula que respete el valor histórico del puente sin comprometer la seguridad de los viandantes ni la funcionalidad de la infraestructura.