Valladolid se encomienda a su patrón, San Pedro Regalado, y le pide salud y paz

Paz y salud son los deseos más repetidos por los vallisoletanos a su patrón, San Pedro Regalado. Decenas de personas esperaban la salida de la procesión a las puertas de la Iglesia de San Salvador. En un día, muy especial para muchos. De encuentros familiares, de tradición y de fe.

Ante de que el santo saliera de su templo para recorrer las calles de la ciudad, autoridades municipales y grupos de danzas de la ciudad han depositado flores junto a la estatua del monje franciscano que nació en 1390 en la calle de Platerías y fue canonizado en 1746 por el papa Benedicto XIV. A quien le han puesto también el pañuelo peñero.

A las once de la mañana se abrían las puertas de la Iglesia de San Salvador y podíamos ver a San Pedro Regalado a hombros de los 24 cargadores. El patrón de Valladolid salía bajo un sol radiante. María Luisa, es de un pueblo pero todos los años se acerca y le pide “salud”.

Desde la Cofradía de San Pedro Regalado afrontaba este día mirando al cielo. Un día muy especial, como ha contado en COPE, Miguel Ángel Fernández, mayordomo de la Cofradía, "con muchos nervios e ilusión". 

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Miguel Ángel Fernández, mayordomo de la Cofradía, explicaba a COPE cómo afrontaban este día

BALANCE POSITIVO 

El alcalde, Jesús Julio Carnero, ha lanzado tres deseos a San Pedro Regalado: Paz ante los conflictos en el mundo, que eliminen barreras ficticias, haciendo referencia a Cataluña. Y sus mejores deseos también para los vallisoletanos como trabajo en la ciudad y para los que ya tienen un empleo “lo puedan mejorar”. “Por supuesto pedirle tengan muchos proyectos atractivos en la ciudad que permitan que nuestros jóvenes puedan hacer de Valladolid su medio de vida”, explicaba el alcalde.

El tiempo está condicionando muchas de las actividades organizadas por el Ayuntamiento durante esto días de celebración, pero aún así, la concejala de Turismo, Blanca Jiménez, ha hecho un balance positivo porque se han ido adaptando a las circunstancias. 

“Hemos conseguido salvar todas las actividades porque cuando sabíamos que iba a llover. Hemos conseguido pasar a los centros cívicos y a interiores actividades familiares, infantiles que tenían que ubicarse de alguna manera para no perderse. Incluso otras como la ruta del hereje las hemos pasado de día para que puedan disfrutarla. Y, por supuesto los conciertos han seguido en pie porque la gente tiene ganas de salir a la calle y Valladolid es una ciudad que no se para, ni siquiera en San Pedro Regalado”, decía Jiménez.