El testimonio de un bombero urbano de Valladolid que custodió a dos pueblos de El Bierzo durante los incendios: “Arrasado”
El dispositivo trabajó durante 15 horas para evitar que las llamas alcanzaran las viviendas

El testimonio de un bombero de Valladolid que apoyó en El Bierzo las labores de extinción
Valladolid - Publicado el - Actualizado
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Están acostumbrados a extinguir incendios, pero no de las dimensiones que se alcanzaron este mes de agosto en la provincia de León. Un mes después de los graves incendios que arrasaron la comarca de El Bierzo, hablamos con uno de los bomberos de Valladolid que participó en las labores de custodia de dos localidades amenazadas por las llamas. Se trata de Alberto García Martín, Cabo del Cuerpo municipal de bomberos de Valladolid. Estuvo al mando de uno de los equipos que se desplazó a la provincia de León.
Llegaron el 19 de agosto y permanecieron en activo durante 15 horas sin descanso. Muchas de esas horas transcurrieron por la noche. Su principal labor: custodiar y proteger a dos poblaciones de la comarca de El Bierzo, León, Leiroso y Sanvitul. La imagen al llegar: “todo estaba arrasado”.
“Lo que hicimos en particular fue vigilancia de los cortafuegos para que no saltaran a las viviendas o aldeas”. “La labor que pudimos realizar es de protección a las localidades y viviendas”, nos ha contado en Herrera en COPE. Una labor ajustada a sus equipos, de hecho trabajaron con bombas urbanas que no son forestales. “Una bomba con 3.000 litros de agua. No es una gran cantidad de agua para un incendio de esas características, pero sí para pequeños conatos”, ha explicado. Agradece la colaboración de los vecinos: “uno de los vecinos nos indicó dónde podíamos recargar agua”.
El dispositivo de Cruz Roja
La solidaridad no se detuvo durante la oleada de incendios que asoló Castilla y León, especialmente en el mes de agosto.
Organizaciones como Cruz Roja se movilizaron y llegaron a gestionar más de 50 albergues, a los que se llevaron 500 camas desde Valladolid con destino a León y Zamora.
Se entregaron 14.000 avituallamientos (comidas, desayunos, cenas...) y 3.000 kits de higiene. Y, además, gestionaron plazas en residencias, coordinación con centros de salud para llevar la medicación a las personas que lo necesitaban, apoyo psicosocial.
Todo ello con 50 puestos de acción cubiertos con personas voluntarias de Valladolid.