El pastel oficial de la Seminci mantiene su esencia con un toque de pistacho y frambuesa
Desde hace 15 años el postre ha sido la estrella de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, que este año está inspirado en la alfombra verde y los labios rojos del festival

Rafael Mesonero, presidente de la Asociación de Confiteros de Valladolid, cuenta en COPE los secretos del pastel oficial de Seminci
Valladolid - Publicado el
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La Semana Internacional de Cine de Valladolid, ya tiene listo su pastel oficial, y este año promete seguir conquistando a los amantes del cine... y también a los golosos. Desde hace 15 años, la Asociación Provincial de Empresarios de Confitería de Valladolid se encarga de crear este postre único que mezcla tradición y creatividad.
"El pastel de este año mantiene la fórmula que estrenamos hace tres temporadas", cuenta Rafael Mesonero, presidente de la Asociación. La base es un bizcocho de almendra, coronado por un culis de frambuesa que representa los labios rojos del logo de la Seminci, y una mousse de pistacho que simula la famosa alfombra verde por donde desfilan los protagonistas.

Según Rafael, esta combinación es la mejor hasta ahora, y cada año reciben elogios por el contraste entre la acidez de la frambuesa y el sabor suave del pistacho, que además se ha puesto muy de moda en el mundo de la pastelería.
Aunque durante los primeros años el pastel cambiaba según la temática de las películas de cada edición, hace una década que se decidió mantener un diseño constante que reflejara el espíritu del festival y de la ciudad.
La elaboración es un trabajo en equipo de los 37 socios de la Asociación repartidos entre Valladolid y la provincia, que ponen toda su pasión en este dulce homenaje cultural. "Nos encanta que el vallisoletano valore el producto local y el esfuerzo que ponemos para que el pastel esté a la altura de la Seminci", añade Rafael.
El pastel ya está disponible en las confiterías locales que llevan el sello de la Asociación, con precios que oscilan los dos y cuatro euros. Aunque la cantidad producida varia según el clima y otros factores, lo importante para los confiteros es que el público disfrute del festival y, por supuesto, de un buen dulce.
Y es que en tiempo donde los precios de los ingredientes suben sin parar, los artesanos de la pastelería hacen verdaderos malabares para mantener la calidad sin disparar los precios, porque, como dicen ellos, "somos la guinda del pastel y el postre nunca puede faltar".