Cómo poner a punto las botas después de estar guardadas todo el verano
Trucos sencillos para recuperar el aspecto y comodidad de tu calzado antes del otoño

Cómo poner a punto las botas después de estar guardadas todo el verano
Barcelona - Publicado el
3 min lectura
Con la llegada del otoño, toca despedirse de las sandalias y sacar del fondo del armario las botas. Pero a menudo, después de meses guardadas, no están en las mejores condiciones: polvo, mal olor, piel reseca o incluso algo deformadas. Antes de volver a ponerlas, vale la pena dedicar unos minutos a ponerlas a punto y garantizar que vuelvan a lucir como el primer día.
El primer paso es realizar una buena limpieza. Si son de piel, pasa un paño seco para retirar el polvo y después otro ligeramente húmedo. Evita mojarlas demasiado, ya que el agua puede dañar el material.
Si son de gamuza, utiliza un cepillo especial de pelo suave o una esponja seca para levantar el pelo y eliminar las manchas. En caso de que haya marcas difíciles, puedes utilizar una goma de borrar o algo de vinagre blanco aplicado con suavidad. Una vez limpias, es hora de nutrir el material. La piel necesita hidratación para mantener su flexibilidad y evitar grietas.
Aplica una crema específica o un poco de aceite de visón con movimientos circulares y deja que se absorba bien. En el caso de las botas de gamuza, puedes utilizar un spray protector impermeable que ayudará a repeler la humedad y la suciedad. Luego llega un paso que muchos olvidan: revisar la forma.
Si las botas se han deformando dentro de la caja, llenarlas con papel de seda o diario para ayudarlas a recuperar la estructura. Mejor si tienes forma-botas de madera, ya que mantienen la silueta y absorben la humedad interna. Este paso es clave para evitar que la caña se arrugue o doble.
También es momento de revisar las suelas y los talones. Si notas desgaste o pequeñas grietas, es mejor llevarlas a un zapatero antes de empezar la temporada. Una pequeña reparación a tiempo puede alargar mucho la vida útil del calzado. Además, puedes limpiar la suela con un cepillo húmedo y un poco de jabón neutro para eliminar la suciedad acumulada.
Si las botas huelen fuerte después de meses guardadas, hay soluciones sencillas. Puedes dejar en una bolsa de té seca, un poco de bicarbonato de sodio o un puñado de grano de café durante una noche. Estos productos absorben la humedad y neutralizan los malos olores de forma natural. Antes de devolverlas al armario, déjalas secar y ventilar bien.
Evita exponerlas directamente al sol o fuentes de calor como radiadores, ya que podrían dañar el material. Un lugar aireado y con sombra es perfecto para dejarlas "respirar" antes de estrenarlas de nuevo. Una vez listo, es recomendable guardarlas correctamente cuando no las utilices.
Si tienes espacio, guárdalas derechas y separadas; si no, puedes colocarlas dentro de una bolsa de ropa (nunca de plástico) para protegerlas del polvo. Y recuerda aplicar de vez en cuando una capa de producto hidratante o protector, especialmente si las utilizas a menudo durante el otoño y el invierno.
Por último, si quieres darles un aspecto renovado, puedes cambiar los cordones o añadir una plantilla nueva para mejorar la comodidad. A veces, estos pequeños detalles son suficientes para que unas botas antiguas vuelvan a parecer nuevas.
Dedicar un rato a cuidar el calzado es una forma de prolongar su vida y mantenerlo en buen estado temporada tras temporada. Además, es una rutina sencilla que puedes realizar mientras preparas el resto de ropa de otoño. Cuando salga el primer día de frío, tus botas estarán preparadas -y tú también- para pisar la nueva estación con estilo y comodidad.