La Junta de Castilla y León da, prácticamente, por completada la vacunación frente al COVID-19 en las residencias de mayores.

Tras casi cuatro meses de campaña, el 97,43 por ciento de los residentes han recibido ya las dos dosis de la vacuna.

Del total de 35.754 personas alojadas en este tipo de centros, 919 no se han vacunado. “Bien por causas médicas, porque no estaban en el centro (en el momento de la vacunación) o porque acaban de ingresar”, ha justificado la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco.

La cobertura de vacunación es ligeramente inferior entre los trabajadores. El 89,5 por ciento se ha vacunado. Hay 1.553 empleados que “han rechazado” recibir el fármaco y 1.037 que no lo han recibido aún “por otras causas”, que no ha especificado la consejera.

Las residencias se abren a nuevos ingresos

En este escenario, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León ha decidido relajar las restricciones con el objetivo de avanzar en la normalización de la vida en las residencias de mayores.

De tal modo que vuelven a estar permitidos “todo tipo” de nuevos ingresos. Hasta ahora, y desde el inicio de la pandemia en marzo del pasado año, las puertas de las residencias de mayores de titularidad pública únicamente se abrían para acoger a personas en situación de especial vulnerabilidad.

El protocolo “no obliga a que entren vacunados”, ha explicado la consejera. Sin embargo, la Consejería de Sanidad está procediendo a la vacunación de los nuevos residentes antes de que se haga efectivo su ingreso. “Por lo menos con una dosis”, ha puntualizado Blanco.

Además, en los centros de día que disponen de unidades para estancias diurnas deja de ser obligatorio el desarrollo de las actividades en los denominados “grupos burbuja” y con un máximo de cinco participantes. Los clubes sociales y de jubilados, en cambio, permanecerán cerrados.

Resultado de la vacuna: “mejor de lo esperado”

En paralelo a la vacunación, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, a través de la Gerencia de Servicios Sociales, ha llevado a cabo un estudio serológico entre 1.085 trabajadores de siete residencias de mayores.

El resultado es “mucho mejor de lo esperado”, ha reconocido Isabel Blanco. Según ese estudio, el 94 por ciento de los trabajadores habían generado “elevados” niveles de anticuerpos tras la primera dosis de la vacuna frente al COVID-19. Al inocularse la segunda dosis ese porcentaje se incrementaba hasta el 99,8 por ciento. Por lo que la vacuna, ha concluido Blanco, “funciona”.