Tiende la ropa en su casa de Valladolid y, cuando mira por la ventana, no da crédito a lo que un vecino le lanza desde el piso de arriba
La cuenta @LiosdeVecinos ha compartido una situación insólita que le ha ocurrido a una chica en su casa de Valladolid

El episodio con la ropa tendida que ha vivido esta chica de Valladolid
Madrid - Publicado el
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Vivir en comunidad implica compartir espacios, normas básicas de civismo y, sobre todo, respeto. Pero, como bien saben muchos vecinos en España, no siempre se cumple esta regla de oro. En ocasiones, lo que debería ser una simple convivencia se transforma en una auténtica batalla campal, donde los desacuerdos cotidianos se convierten en auténticas guerras vecinales.
La última escena que da de qué hablar llega desde Valladolid y ha sido compartida por la popular cuenta de X (antes Twitter) @LiosdeVecinos. Esta cuenta, que recopila historias reales sobre conflictos entre vecinos en toda España, se ha hecho eco de un caso que ha indignado a muchos usuarios por lo surrealista —y a la vez habitual— de la situación.

Ropa tendida, imagen de archivo
LA COLILLA QUE EMPEZÓ UN INCENDIO... A NIVEL DE COMUNIDAD
La historia comienza con algo tan cotidiano como tender la ropa en casa. Una vecina de Valladolid se dispone a colgar su colada cuando, al mirar por la ventana de la cocina, descubre algo que no esperaba: una colilla de cigarro cae justo donde tiene la ropa tendida. Lo peor de todo es que no es la primera vez que sucede.
Harta de la situación, decide escribir una nota y colocarla en el rellano del edificio, con fotos incluidas. La nota, cargada de frustración, se ha viralizado rápidamente por el tono directo y el hartazgo que transmite. En ella, la vecina no se corta un pelo: “Por favor, un poco de respeto. Hemos encontrado una colilla de cigarro en la ventana de la cocina, teniendo ropa tendida. No es la primera vez que aparece algo así… y sinceramente, esto ya es la gota que colma el vaso”.
La nota continúa con un tono más contundente, subrayando la falta de higiene y respeto que supone este tipo de comportamientos: “También hay colillas en zonas comunes, y da VERGÜENZA ver cómo se trata un espacio que compartimos todos. Tirar colillas por la ventana o en el suelo no está bien. NO es higiénico, NO es respetuoso y demuestra una total falta de consideración”.
El mensaje remata con una reflexión que muchos vecinos comparten: “Vivir en comunidad implica un mínimo de CIVISMO y cuidado por los demás. Cada uno es responsable de su basura. Y lo peor es que somos todos adultos. Tener que recordar esto es, sinceramente, vergonzoso”.
Tirar colillas por la ventana o en el suelo no está bien. NO es higiénico, NO es respetuoso y demuestra una total falta de consideración"
la reacción de los vecinos al ver la nota: "¡DERRAMA"
Lo gracioso no es solo eso, sino ver cómo en la propia nota que los vecinos dejaron, varios han aprovechado para dejar sus pensamientos. Uno en concreto escribe: “Esto parece La que se avecina, o aún peor!!! ¡DERRAMA!”, comparando la escena con la popular serie de televisión sobre comunidades de vecinos.
Pero eso no acaba ahí, ni mucho menos. Justo debajo, otra persona añade la popular frase que decía Amador Rivas en la serie: "¿QUIERES SALAMI?”. Otra persona, en este caso más seria, remata la nota con un mensaje que se suma a lo que escribe el autor original. “Eso y los guarros que fuman en garajes y trasteros. ¡CERDOS!”, escribe.
Según datos de la OCU, más del 60 % de las quejas relacionadas con la convivencia tienen que ver con el ruido, el mal uso de zonas comunes o la suciedad. Y, en la mayoría de casos, la falta de diálogo solo agrava los problemas. Aunque pueda parecer una misión imposible, mejorar la convivencia vecinal es posible. Los expertos recomiendan establecer normas claras en las comunidades, fomentar la comunicación respetuosa entre vecinos y recurrir a mediadores cuando la situación se complica.

Piso en Madrid, imagen de archivo
Mientras tanto, escenas como la vivida en Valladolid siguen multiplicándose y reflejando una realidad incómoda: a veces, lo más difícil no es pagar la hipoteca, sino convivir con quienes comparten el mismo edificio.
El caso de la vecina vallisoletana no solo ha desatado comentarios en redes, sino también una reflexión sobre la falta de respeto en entornos compartidos. Porque, como bien dice su nota, “no cuesta nada” ser un poco más considerados. Y en un mundo donde el respeto escasea, cada pequeño gesto de civismo puede marcar la diferencia.