Aunque venezolana de nacimiento, María del Carmen es mitad suiza, mitad española. Elige viajar cada verano a Salamanca para que sus chicos conozcan de primera mano la lengua de Cervantes en una ciudad perfecta por el carácter de su gente, para sentirse arropado y protegido en la primera salida al mundo adulto de sus alumnos.

Valeria Nació en Milán (Italia) y viajó por primera vez a Salamanca, para perfeccionar su nivel de español en la ciudad de los estudiantes por excelencia.

Ambas llevan casi dos décadas impartiendo clases de español en sus respectivos países, a distintos grupos de alumnos con edades entre 11 y 18 años, a los que posteriormente acompañan y guían en su experiencia inmersiva en nuestro idioma.

Los grupos más jóvenes pasarán una semana en nuestra ciudad, los de edades más avanzadas probablemente hasta quince días. A la vuelta habrán vivido una experiencia que recordarán durante el resto de sus vidas.

Al museo al aire libre que es Salamanca por su vasto patrimonio arquitectónico, se suman otros atractivos como el ambiente estudiantil, la actividad cultural que habita en sus calles, o la tranquilidad y seguridad que son señas de identidad de la ciudad del Tormes.

Ambas maestras disfrutan enormemente la experiencia de la docencia, entre otras cosas porque los alumnos se sumergen en nuestra cultura y lo que es mejor, algunos incluso encuentran aquí su destino de vida. Y es que ambas confiesan haberse sentido como La Celestina, al presenciar algún romance entre sus estudiantes, que finalmente acabó en boda. Lo más importante para las dos profesoras es tomar conciencia de que contribuyen a que los miles de alumnos a los que han enseñado competencias gramaticales a lo largo de su carrera profesional, han adquirido muchas otras herramientas de comunicación aún más globales.

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