Los municipios palentinos de Villabermudo de Ojeda, Guardo y Autillo de Campos se han alzado como ganadores del VII Certamen Provincial 'A Huebra', organizado por la Diputación y enmarcado en el programa de actos de la Quincena del Medio Ambiente, que tiene como objetivo recuperar espacios de uso común a través de la implicación voluntaria de los vecinos.

La entrega de los premios será de manera telemática, a través de la página web de la Diputación y con la proyección de diversos vídeos con los proyectos de los premiados, así como otro a mayores que describe la filosofía del programa y la importancia que tiene este premio como referente en valores sociales para el medio rural.

En primer lugar, Villabermudo de Ojeda, con el proyecto 'Voluntariado de Villabermudo con el medioambiente', destacó por por la actuación ambiental más estética, más ecológica o tradicional de acuerdo con los objetivos. Para ello, entre todos los vecinos, otorgaron al pueblo una imagen cuidada y con espacios que invitasen al disfrute del entorno. De esta forma, rehabilitaron de una zona que fue humedal hace 50 años, y después se convirtió en una escombrera. Al mismo tiempo, actuaron en varias zonas más del pueblo promoviendo el voluntariado.

En segundo lugar, Guardo y su 'Huerto terapéutico' obtuvieron el premio por la originalidad de la idea, por iniciativa novedosa, objetivos, carácter formativo y divulgativo. Dicho programa se basó en en la creación de dicho huerto por parte de compañeros del CEAS de Guardo, la arquitecta del Ayuntamiento de Guardo, compañeros del Club de Entibadores Palentinos y profesionales de la Asociación Salud Mental Palencia. Un trabajo en equipo para obtener frutos de temporada.

Por último, en el caso de Autillo de Campos y su 'Regeneración y promoción de nuevos usos del paseo de la fuente', el municipio se llevó el galardón por la participación vecinal, al implicar a todas las generaciones y mostrar hábitos y conductas que promueven el trabajo en común. Para ello, durante todo el verano pasado, los vecinos intervinieron en los parterres del parque de la fuente que estaban muy deteriorados por la invasión de malas hierbas y los desniveles del terreno.

En ese sentido, cada cual aportó la labor que le parecía más acorde con sus posibilidades, para proseguir con la pavimentación de las zonas del parque mediante piedra natural, en consonancia con otros espacios aledaños. Además, se colocó piedra natural sobre cama de mortero producido in situ, con formación de alcorques, saneamiento de las plantaciones y reposición de plantas donde fue necesario.