¿Necesita Castilla y León cuatro aeropuertos? Ha sido la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala (PP), quien ha reabierto el debate, rompiendo “una lanza” en favor del Aeropuerto de Valladolid, ubicado en la localidad de Villanubla.

Precisamente, el aeropuerto burgalés, que alberga en sus instalaciones una academia de vuelo, está en los puestos de cola en número de pasajeros, con 4.052 a cierre de 2023. Son un 77 por ciento menos que en 2019, año previo a la pandemia del COVID-19. Debido, en gran medida, a que desde diciembre de 2021 no tiene vuelos comerciales.

De hecho, de los cuatro aeropuertos que hay en Castilla y León es el de Villanubla, en Valladolid, que es el único además con tráfico de mercancías, el que acaparó en 2023 más del 70 por ciento del volumen total de pasajeros que volaron desde o con destino a Castilla y León. Y aún así, también se mantuvo por debajo de cifras prepandemia con algo más de 208.000 pasajeros.

León y Valladolid, a la cabeza en número de pasajeros

De los cuatro aeropuertos de Castilla y León solo los de León y Valladolid tienen vuelos comerciales con carácter regular. Están a poco más de hora y media de distancia en coche y comparten su principal ciudad de destino: Barcelona.

En su historia Aena nunca ha cerrado un aeropuerto, pero la Confederación Española de Agencias de Viajes cree necesario revisar la situación de nuestra Comunidad, con cuatro aeropuertos por los que pasaron en 2023 un total de 297.000 pasajeros.

Si hablamos en términos turísticos para el vicepresidente económico de la Confederación, Pablo Parrilla, la ubicación geográfica de Valladolid hace de su aeropuerto el más competitivo, el lugar más idóneo de recepción y salida de turistas que eligen el avión como medio de transporte. Parrilla, como la alcaldesa de Burgos, defiende abiertamente el potencial del aeropuerto vallisoletano.

Incentivos desde Aena

Tan solo el Aeropuerto de Salamanca ha recuperado cifras prepandemia. Aena, destacan fuentes consultadas por COPE, está implementando un plan de incentivos del que podrían beneficiarse los aeropuertos de Castilla y León, así como los del resto de su red que cuenten con menos de tres millones de pasajeros anuales.

Este plan, con un período de duración de tres años, explican las mismas fuentes, consisten en no cobrar a las aerolíneas durante tres años consecutivos la tarifa que abonan por pasajero. Eso sí, únicamente estarían exentos de abonar esa tarifa en cada nuevo pasajero que sumen a los que ya tenían en 2023. Por lo que tenían hasta ese momento sí pagarían.