Una ganadera de porcino de Salamanca cuestiona la alerta por peste africana y defiende la seguridad del sector

El sector porcino de Castilla y León se reafirma como una potencia nacional, siendo la tercera comunidad autónoma con mayor censo. Durante el primer trimestre de 2025, la producción de porcino ha aumentado casi un 6% en España, con la región albergando cerca de 4.000 explotaciones que generan 15.000 empleos directos e indirectos. La última campaña de La Montanera 2024-2025 se cerró con 53.338 cerdos, un 3,11% más que el año anterior.

Ante la alerta sanitaria por la peste porcina africana (PPA), surge la preocupación en el sector, especialmente en explotaciones como la de Rocío García, que cuenta con más de 300 cerdos ibéricos al aire libre en Ledesma (Salamanca). Como ganadera e ingeniera agrónoma, defiende la fortaleza del sistema español. "La trazabilidad alimentaria española es la mejor del mundo, no porque lo diga yo, sino porque tenemos una bioseguridad impresionante que no la tiene ningún país", asegura.

Una de las medidas de contención obliga a los productores en extensivo a disponer de un recinto de seguridad para alojar a todos sus animales en caso de alerta, una medida que ya se empezó a exigir el año pasado.

Dudas sobre el origen del brote

García muestra su escepticismo sobre la versión oficial del foco detectado en Cataluña, que apunta a dos jabalíes que comieron jamón contaminado. "Vamos a coger esta noticia con pinzas. ¿Con cuántas partes por millón se infectó un jabalí? Porque si es una lonchita de las que nos ponen en los sobrecitos de 100 gramos, permíteme que dude", cuestiona la ganadera, quien ironiza sobre la casualidad del hallazgo.

La ganadera salmantina tampoco cree "en las casualidades", y subraya que la noticia aparezca "justo, justo, justo, en la campaña de Navidad". Pide que se hagan públicos los análisis y se proteja al sector primario y a la industria, dudando también de que el origen pueda ser un laboratorio: "Con la seguridad que hay en un laboratorio, ¿de verdad?", se pregunta.

La bioseguridad como garantía

Rocío García recuerda que los jamones y paletas que se venden en esta campaña proceden de animales sacrificados hace dos o tres años y que pasaron estrictos controles. Un cerdo ibérico en extensivo, explica, es vacunado "al año mínimo tres veces" y desparasitado varias más. Si en el matadero se detecta un animal enfermo, "te requisan todo el lote de animales y los queman".

"Es increíblemente difícil que alguien, por no decir imposible, se pudiera contagiar"

Rocío García

Ganadera de porcino ibérico en extensivo en Ledesma (Salamanca)

Aunque las medidas de bioseguridad son una garantía, también suponen una carga. La obligación de encerrar a los cerdos, acostumbrados a estar al aire libre, implica un gasto añadido en pienso y puede generar "problemas de jerarquización, que se peguen entre ellos y haya bajas", una preocupación económica para los ganaderos.

La caza del jabalí, una medida "fenomenal"

La ganadera aplaude la decisión de la Junta de Castilla y León de intensificar la caza del jabalí. "Estamos analizando todo tipo de especies domésticas, pero los animales que conviven con nuestros animales no estamos analizándolos", critica. García afirma que los animales silvestres son el foco de "muchísimas enfermedades" y que es necesario analizar los reservorios para proteger a la ganadería.

Finalmente, la productora subraya la importancia económica y social del sector porcino, del que dependen miles de familias en zonas como Guijuelo o Segovia. "Lo primero en la mente debería ser cuidar al ganadero. ¿Qué necesita el ganadero? Esto. Vale, pues venga, para adelante", concluye.