El único cementerio de España sin muertos está en Burgos y tiene 5.000 tumbas: la razón de esta extraña ubicación
El camposanto de Sad Hill no alberga difuntos, pero sí fue el escenario de una de las escenas más icónicas del cine a las órdenes del director Sergio Leone

El cementerio de Sad Hill en Burgos
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En la provincia de Burgos se encuentra un lugar único en toda España: un cementerio sin muertos. Tal y como ha mostrado el tiktoker @elederiglesias en un vídeo que se ha popularizado en la red social, el conocido como cementerio de Sad Hill cuenta con un total de 5.000 tumbas que dibujan un círculo perfecto de 300 metros de diámetro, pero ninguna de ellas alberga los restos de persona alguna.
Un escenario de leyenda
La razón de la existencia de este peculiar camposanto no es otra que el cine. En este enclave burgalés se rodó uno de los duelos más famosos de la historia de Hollywood: la escena final de la mítica película 'El bueno, el feo y el malo' (1966), dirigida por el aclamado Sergio Leone y protagonizada por un joven Clint Eastwood. La secuencia del duelo a tres es un momento cumbre del género western.

'El bueno, el feo y el malo' (1966) fue la película que catapultó a la fama a Clint Eastwood.
El equipo de la película construyó este impresionante decorado en menos de dos meses. Sin embargo, tras finalizar el rodaje, el lugar fue abandonado y, con el paso del tiempo, quedó completamente enterrado entre la maleza y la vegetación, convirtiéndose en uno de tantos cementerios curiosos que existen en el mundo.
El renacer gracias a los fans
Fueron los verdaderos fans de la película quienes, años más tarde, decidieron revivirlo. Gracias a su esfuerzo y dedicación, el cementerio de Sad Hill fue desenterrado y restaurado, recuperando el esplendor que lució en la gran pantalla. Este proceso ha convertido el lugar en un punto de peregrinación, de forma similar a como el cementerio más antiguo de Madrid desvela la historia de España a través de sus tumbas.
A día de hoy, miles de personas lo visitan cada año. Algunos de estos admiradores se meten de lleno en su papel y no dudan en recrear la última escena de la película, emulando el duelo final en el centro del círculo de tumbas, aunque, eso sí, sin llegar a utilizar disparos reales.
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