Y Valencia fue Castilla

El primer día del Festival de Folclore siempre promete...

La posibilidad de ver a todos los grupos invitados a este festín cultural nos posiciona ante lo que se nos avecina en el programa elaborado por la organización.  Y anoche no fue distinto.

Vienen noches de arte, solidez interpretativa y sorprendentemente una suerte de folclore musical animado por las voces de coro mayor, de los representantes de Nueva Zelanda, un pueblo que no puede esconder su origen tahitiano, en rostros y vestuarios. Lo de los maorís es cosa aparte.

Singapur fue el brillo... y oriente... Un desparrame cromático para vestir ritmos y sonidos de ese continente que siempre sorprende con algo desconocido.

Lo de Serbia es delicadeza, la que emana del folclore báltico y de la juventud de sus interpretes. Pero también es una declaración: la de una generación que baila sobre las heridas de sus mayores, con la esperanza de un país más unido, más abierto, más suyo.

En el escenario, Senegal.  Lo del continente africano es siempre motivador. En esta ocasión, el cuerpo de baile cuenta con unos percusionistas que hacen música con sus instrumentos.

Y llegó México con las jarochas, pisando fuerte, con zapateados intensos que ponen a prueba la solidez del escenario de la Plaza de San Juan, aliado de estos bailes, sin concesiones a los tópicos.

Dejamos para el final, el principio...

Y Valencia se hizo Castilla, en sus ritmos, melodías, con dulzaina, tamboril y jota, eso sí, con la cadencia mediterránea que aquí se torna brío y fuerza. Impecable vestuario.

Y Burgos, Justo del Río, se hizo Valencia, en el arranque de su actuación, como hermanando con los valencianos, adoptando su transitar de pasos, hasta que regresaron a la Castilla habitual.

Puede que fuera magia, casualidad o encuentro buscado. Es lo de menos. El resultado es lo que cuenta y Valencia, en el corazón de todos se hizo uno de los nuestros.

Las promesas que vemos en la primera jornada parece que son verdaderas, a falta de su certificación en los próximos días.

Lo veremos...