¿Traerá noviembre el final de la sequía?
Los agricultores castellanomanchegos explican en COPE que se están planteando incluso no sembrar si la situación no mejora

¿Traerá noviembre el final de la sequía?
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Los ciudadanos españoles siguen muy pendientes de lo que puede pasar desde el punto de vista meteorológico en los próximos días y semanas. En concreto, en Castilla-La Mancha, la situación de los embalses de Entrepeñas y Buendía es preocupante. Es lo que nos dicen los agricultores y ganaderos de la comunidad autónoma. Dos son las razones: la falta de lluvia y las continuas derivaciones de agua motivadas por el trasvase Tajo-Segura.
Los datos son concluyentes: Ha finalizado el año hidrológico más seco de los últimos años desde que comenzaron los registros y los datos no engañan. En 2021, los embalses de la cabecera del Tajo se situaban en estas fechas en el 24'4% de su capacidad. A día de hoy, se sitúan en el 18'7%, según la información facilitada por la Confederación Hidrográfica del Tajo.
Las últimas lluvias no están siendo suficientes en una región que es eficiente en el riego. La mayor en el país. Se sabe lo que vale una gota de agua. El 85% de la superficie agrícola útil es de secano y solamente se riega el 15%, y es la comunidad autónoma que lo hace de forma más eficiente, con el mayor porcentaje de riego por goteo a nivel nacional, según los datos de la consejería de Agricultura castellanomanchega.
El panorama es complicado como explica a la Cadena COPE Carlos Faustino Malo, agricultor de Hinojosa, pedanía del municipio de Tartanedo, en la provincia de Guadalajara.
“La sequía ha mermado mucho las producciones. Nos estamos planteando no sembrar o sembrar menos. La sequía y la subida de los precios de los abonos o los carburantes. Si no sacamos una producción mínima no podemos seguir este ritmo”, concluye.
Corrobora esta situación Fernando Gómez, técnico de Asaja Toledo. “Los datos son inequívocos. La merma en cereal es de un 40% con respecto al año pasado y en uva la estimación es de un 25%. Por su parte, en olivar se prevé una pérdida del 60% con respecto a la campaña anterior”, indica. Una situación que conllevará que la extracción de aceite de oliva tendrá unos rendimientos muy bajos.



