Toledo se prepara para celebrar la Asunción con la tradición de beber agua de la Virgen en los botijos
Esta festividad coincide además con la fecha en la que se colocó la primera piedra de la Catedral Primada, el 14 de agosto de 1226

Ciudad Real - Publicado el
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Toledo vive mañana una de sus jornadas más señaladas del calendario litúrgico y festivo: la solemnidad de la Asunción de la Virgen. La Catedral Primada se convertirá en epicentro de la devoción y la tradición, con un acto que se remonta siglos atrás y que congrega cada año a cientos de fieles y curiosos, como es la de beber agua fresca en botijos procedente de la llamada “Fuente de la Virgen”.
Un gesto de hospitalidad con siglos de historia
El origen de esta costumbre se pierde en el tiempo. Según ha explicado en COPE el deán de la Catedral, Juan Pedro Sánchez Gamero, la práctica de ofrecer agua en botijos surgió como una forma de acoger a los peregrinos que llegaban exhaustos tras largas caminatas para venerar a la Virgen. “Con el calor del verano, necesitaban refrescarse y reponerse. El botijo, además, conservaba el agua fresca, lo que lo convertía en el recipiente ideal”.
La denominación “agua de la Virgen” se debe, según la tradición, a su vinculación con antiguos aljibes ligados a la imagen, que estuvo oculta hasta su hallazgo entre los siglos XII y XIII. Aunque no se conoce la fecha exacta de inicio de la costumbre, está documentada al menos desde el siglo pasado y sigue viva gracias al empeño del Cabildo y de los toledanos.

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Liturgia y fervor en la Catedral Primada
La jornada del 15 de agosto comenzará temprano. Desde las siete de la mañana, la Catedral abrirá sus puertas para acoger a los fieles, tanto para participar en la eucaristía como para acercarse a los botijos. A lo largo de la mañana se celebrarán varias misas, siendo la de las nueve una de las más concurridas, y culminando con el gran pontifical a las once, presidido por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves.
Tras la misa, tendrá lugar una procesión por el interior de las naves catedralicias, un recorrido solemne que mantiene el carácter recogido de la celebración, ya que la imagen de la Virgen del Sagrario rara vez sale al exterior.
Camino hacia un año de aniversarios
La fiesta de mañana servirá también como preámbulo para un 2026 cargado de efemérides. Será el centenario de la coronación canónica de la Virgen del Sagrario y, al mismo tiempo, el octavo centenario de la colocación de la primera piedra de la Catedral. El deán ha adelantado que, con motivo de estas conmemoraciones, es muy probable que la imagen salga en procesión por las calles, algo excepcional en la historia reciente.
Además, la fecha exacta de la primera piedra está recogida en un cuadro de Francisco Rizi, que muestra a San Fernando y al arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada colocando la losa fundacional en un día como hoy hace 799 años, el 14 de agosto de 1226, víspera de la Asunción.
Sánchez Gamero ha querido invitar a todos los toledanos y visitantes a sumarse a las celebraciones, no solo para mantener viva la tradición de los botijos, sino también para honrar a la patrona en uno de los días más significativos del año, porque “es una ocasión para compartir fe, cultura e historia, y para anticipar un aniversario que marcará un antes y un después en la vida de la Catedral”.
Con el repique de campanas, el murmullo de los peregrinos y el frescor del agua de la Virgen, Toledo volverá a vivir mañana una jornada en la que la devoción y la hospitalidad se funden en una tradición única.



