Isabel, bisabuela de 87 años: "La receta de níscalos me la enseñó mi madre, que hacía muchos guisos. Hay que añadir un poco de guindilla, pero sin abusar"

Los días ya se acortan, se nota que descienden las temperaturas y aunque no terminan de llegar esas lluvias otoñales, la humedad deja que podamos disfrutar de empezar a recolectar las preciadas setas, el níscalo, la seta de cardo… Un momento esperado para los amantes de estos hongos. 

Isabel, es una bisabuela de 87 años oriunda de Talavera de la Reina, y ha querido compartir con COPE Toledo su receta de níscalos con patatas, un plato estrella en su hogar que además, aprendió directamente de su madre. 

Su afición por los fogones le viene desde muy joven, cuando pasaba horas junto a ella. "Tenía mucho afán por la cocina, me gustaba mucho la cocina. Siempre estaba con ella haciendo guisos", recuerda Isabel.  De eso sabe mucho nuestra protagonista, Isabel que todavía recuerda la de mañanas y tardes que ha ido a recolectar ella misma los níscalos en el campo, para después cocinarlos para su familia. 

Es un gran momento del otoño/invierno, y en numerosos pueblos es una tradición: cargar un cesto de mimbre y una navaja para poder ir a recolectar, esto es necesario ya que usar una cesta de mimbre o similar, hace que las esporas caigan y se repueble de hongos la zona. Una variedad super conocida son los níscalos, una seta que a menudo, es consumida asada, guisada, en conserva o escabeche o también, como complemento de los guisos de carne.

Ingredientes de toda la vida

Para elaborar este plato de temporada, los ingredientes son sencillos y fáciles de encontrar. La base del sofrito se compone de ajo, perejil, cebolla y pimiento rojo. A ello se suma un toque de pimentón, laurel, sal y unas guindillas para un matiz ligeramente picante. Además, Isabel sugiere que, para quien lo desee, se puede añadir "un poquito de chorizo en trocitos, o sea, en rajitas finas".

Elaboración, paso a paso

La preparación del guiso comienza con un buen sofrito. "Hecho un poquito de aceite y lo rehogo bien con el ajo, perejil, la cebolla y el pimentón", detalla Isabel. Una vez que la base ha tomado color, es el momento de incorporar los níscalos, que se saltean junto al resto de ingredientes para que se impregnen de todo el sabor. A continuación, se añaden las patatas troceadas y unos trozos de pimiento rojo, rehogando todo junto "sin echar agua ni nada todavía".

El punto justo de picante es una de las claves. Isabel aconseja añadir "un poquito de guindilla", pero con moderación para que el sabor no resulte demasiado intenso. "No hay que abusar del picante", insiste, especialmente cuando el plato se sirve como principal junto a las patatas.

Una vez que todos los ingredientes se han integrado, llega el momento de la cocción. Se cubre el guiso con agua y se deja cocinar durante "media hora o un poquito más", dependiendo de la dureza de las patatas. Antes de servir, es fundamental probar el caldo para rectificar de sal y asegurarse de que el punto del guiso es el adecuado.

Un resultado para el recuerdo

El resultado final de seguir los pasos de esta receta tradicional es un plato contundente y lleno de sabor, perfecto para los días de otoño. La propia Isabel lo confirma con una sonrisa y una sentencia clara sobre su creación. "Bueno, está exquisito. Ya te lo digo yo", concluye.