Así han quedado numerosos cultivos de Guadalajara: "devorados" por una "plaga" de fauna silvestre imposible de controlar

"Mi situación ahora mismo es complicada porque la caza, el ciervo, el jabalí, el gamo, el corzo y la cabra montesa, se han extendido de una forma desmesurada y ya ni los pastores eléctricos que ponemos a la siembra son capaces de contenerlo" -lamenta en Mediodía COPE en Guadalajara, Javier Gómez, agricultor cerealista de la comarca de Molina de Aragón-Alto Tajo, porque "a la baja producción que tenemos esta zona por las inclemencias meteorológicas", se suman ahora "los daños que nos está ocasionando la caza, que está llevando a muchas explotaciones la ruina".

Y es que, mientras que el jabalí siempre ha podido ser controlado con una siembra "más espesa" o, al punto de cosechar, "pedías permiso, ibas a esperar y lo controlabas", con otras especies de caza mayor, como el ciervo, el corzo o el gamo, el peligro no cesa, al ser "animales que desde que nacen hasta que cosechas van todos los días. Les da igual que esté en caña, que esté en espiga, que esté recién nacido" -ha explicado, añadiendo que los pastores eléctricos no suponen una defensa, ya que "no los respetan, te rompen los alambres, te arrastran todo, incluso algunos saltan por alto, en fin, una ruina". 

Los daños que te hacen van a tu espalda y no se pueden asumir

Javier Gómez

Agricultor de la comarca de Molina de Aragón-Alto Tajo

Efectivamente, la voracidad de estos animales silvestres está ocasionando daños inasumibles para los agricultores guadalajareños. 

"El último año que sembré pipas en Lebrancón tuve una pérdida de 60 hectáreas que no pude ni cosecharlas, ni meter la máquina, porque empezaron a comérselas cuando empezaron a nacer y terminaron comiéndose todas" -ha recordado Gómez, cuyas pérdidas salen de multiplicar "60 hectáreas por una media de unos 800.000 kilos, y esto solo en girasol". 

Para calcular el descalabro económico en cereal, hay que tener en cuenta que "si la parcela está más cerca del monte, los daños son hasta del 100% de la producción y aquí estamos en producciones de 2.000-2.500 de media" -ha apuntado, con lo cual, cuando se comen todo, "las pérdidas son unos 2.000 kilos mínimo por hectárea".

A esto hay que añadir que el seguro agrario ha dejado de ser una herramienta útil para hacer frente a los daños de caza. "Como todos los años damos parte, pues nos ha llevado parcelas a producción cero, que quiere decir que por esas parcelas no te pagan nada, y, en otras, nos han bajado al dar parte todos los años y ya no nos es rentable ni hacerles seguro" -ha recriminado el agricultor molinés, rendido a la triste evidencia de que "los daños que te hacen van a tu espalda y no se pueden asumir".

No es de extrañar que, con el paso de los años y los destrozos, Javier Gómez, al igual que otros compañeros del sector, hayan ido reduciendo su nivel de producción, "de 300 y pico hectáreas" hace años, a las "100 hectáreas en la actualidad", incluso, a un año de su jubilación, se plantee "no seguir", a sabiendas de que será difícil que, con estas circunstancias adversas de fondo, haya relevo generacional en su sector. 

apag exige medidas urgentes a administraciones y a cotos de caza

"Tenemos cada vez más daños y daños ya graves, de pérdida absoluta de cosechas en muchas parcelas de muy diferentes zonas de la provincia" -ha asegurado Juan José Laso, presidente de APAG, asociación desde la que se exigen acciones urgentes para hacer frente a la que se considera la peor crisis ocasionada por fauna silvestre en décadas. 

00:00

Volumen

Descargar

De este modo, además de la presión que está ejerciendo sobre Agroseguro "para que ese seguro integral que te cubre, entre comillas, los daños de caza, sea efectivo", APAG reclama a las administraciones competentes, en primer lugar, "acciones para limitar que los conejos aniden en esas infraestructuras y carreteras" y, en segundo lugar, teniendo en cuenta que "la caza deportiva no es una herramienta efectiva" y que los conejos salen por la noche, "que se proceda a la caza nocturna con armas de fuego, que el agricultor pueda poner cajas-trampa que en otras comunidades autónomas sí se pueden poner", así como "el uso de calibres 20 para poder cazar esos conejos".

Que se proceda a la caza nocturna con armas de fuego

Juan José Laso

presidente de APAG

Con respecto a los cotos de caza, a los que desde APAG se señala como "responsables" de esta situación, Laso ha pedido "su complicidad, que cooperen con el agricultor" o, en última instancia, "que paguen ese dinero que nos están robando esas especies que se están alimentando de nuestro trabajo".