A punto de cumplirse un año desde que la Organización Mundial de la Salud, OMS, declarase la situación de pandemia mundial por COVID-19, esta misma institución acaba de acuñar el término de "fatiga pandémica" para describir la "desmotivación y el cansancio" que la población siente como consecuencia de la prolongación de la crisis sanitaria y del cumplimiento de "las conductas de protección y las medidas de seguridad recomendadas".

De hecho, según el estudio "Las consecuencias psicológicas de la COVID-19 y el confinamiento", realizado por varias universidades españolas entre la población de nuestro país, el 45,7 por ciento de los encuestados afirmó que había aumentado su nivel de malestar psicológico.

El doctor Julio Maset, en Mediodía COPE Guadalajara, ha explicado que "todos estamos preparados para aguantar cierto grado de estrés, sobre todo ante situaciones agudas, como cuando empezamos con la pandemia que pensamos que iba a durar menos, pero esta exposición continua y repetida al estrés nos lleva a un agotamiento que puede provocar malestar psicológico, incluso, en algunos casos, a abandonar las pautas de autocuidado que son tan importantes".

Tal y como confirman los expertos de la Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud, SPECys, esta situación genera un "efecto de habituación", por el cual comenzamos a no estar alerta ante la infección y a cambiar las ideas acerca de la probabilidad de contagiarse; actitud que favorece que se relaje o incluso se abandone el cumplimiento de las medidas de protección frente al coronavirus.

Con el objetivo de afrontar la fatiga pandémica "ahora que estamos ya cerca del final", Maset ha ofrecido algunos consejos que comienzan por "dedicar un poco de tiempo a detectar qué nos está pasando, cuáles son esas emociones negativas para poderlas gestionar; vamos a ver qué es exactamente lo que me lleva a ese no puedo más, si el aburrimiento, el estrés, la ansiedad... y a partir de ahí es cuando podemos empezar a poner medidas".

Entre esas pautas, ha apuntado dos como principales que son "activarse y relajarse". Para la activación del ocio, por un lado, nuestro médico ha recomendado "buscar estrategias de compensación" del recorte de posibilidades que provocan las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias, tales como "empezar a hacer esa serie de cosas que nos gustaría hacer y no hemos empezado a hacer, bien ese hobby para el que no disponíamos de tiempo, bien leer ese libro pendiente, organizar por fin las fotos desordenadas, es decir, buscar estar activos con cosas que nos satisfagan".

Pero además, ante la flexibilización de las medidas para contener la expansión de la pandemia, ha propuesto "empezar a hablar y ver a familiares o amigos, evidentemente manteniendo las distancias y siguiendo todas las medidas de higiene y seguridad recomendadas, porque las relaciones sociales es muy importante para los españoles".

De hecho, para Masetla mejor manera de superar nuestros problemas es "hablarlos con los demás, con personas en quienes confíamos, y también es importante apoyar a los demás, porque curiosamente cuando uno apoya al resto también se está apoyando a sí mismo".

En cualquier caso, los hábitos tóxicos o poco saludables no son, aunque pueda parecérnoslo a priori, las estrategias adecuadas para salir del malestar psicológico, "porque el tabaco nos lleva a otro tipo de enfermedades y, además ahora, que estamos con los servicios de sanidad saturados, nos puede poner en un problema y el alcohol no es ninguna solución, porque, por el contrario, tiene un efecto rebote importantísimo y después de ese primer efecto de obnubilarnos el problema o la sensación negativa nos aparece con mayor fuerza".

Una alimentación equilibrada y los hábitos saludables de vida son, por tanto, otros de los grandes consejos lanzados por Julio Maset para combatir la fatiga pandémica. "Si nos activamos con ejercicio físico adaptado a la edad ocurre que no sólo durante el rato en el que lo estamos practicando no pensamos en lo malo sino que además segregamos muchas sustancias que luego nos van a ayudar a estar más calmados y relajados", ha explicado.

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En cualquier caso, para lograr un estado de relajación y evitar la ansiedad, el doctor Maset ha señalado la conveniencia de "practicar yoga, mindfulness, incluso a veces escuchar música con unos auriculares o hacer ejercicio abdominal poniéndonos la mano en la tripa y en el pecho para notar que efectivamente es la tripa la que se expande y así inspirar 3 segundos, aguantar la respiración 3 segundos y expirar durante otros 3 segundos; repitiendo esto varias veces nos puede calmar en ese momento de ansiedad, e inmediatamente después buscar algo que nos relaje o que nos active y nos satisfaga".

Finalmente, descansar al menos siete u ocho horas diarias y no dedicar demasiado tiempo cada día a escuchar, ver o leer noticias sobre la pandemia son las recomendaciones que cierran el decálogo aportado por nuestro médico de cabecera para afrontar las consecuencias psicológicas derivadas de esta larga pandemia.