El único pueblo de España en el que se conduce por la izquierda está en Cuenca: los vecinos no dan crédito por el motivo
La situación en este pueblo ha provocado que incluso los vecinos salgan a la calle a protestar mientras se lo toman con humor: "Por la izquierda, como en Inglaterra"

Imagen de Casas de Garcimolina
Madrid - Publicado el - Actualizado
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España es un país de normas claras en carretera: se conduce por la derecha. Desde que obtenemos el carnet de conducir, interiorizamos esta regla básica que rige en toda Europa continental. Sin embargo, en medio de la Serranía Baja de Cuenca, hay un pequeño pueblo donde esa norma parece haberse invertido de forma insólita. No, no es una excentricidad local ni una decisión política. Es la consecuencia directa del abandono institucional.
Hablamos de Casas de Garcimolina, un municipio que, para sorpresa de muchos, es el único lugar de España donde los conductores circulan habitualmente por la izquierda. Y no es por tradición británica, sino por pura supervivencia al volante.
EL LAMENTABLE ESTADO DE LA CARRETERA QUE OBLIGA A CONDUCIR POR LA IZQUIERDA
La culpable de esta situación es la carretera CUV-5003, la única vía que conecta Casas de Garcimolina con el resto del mundo. El estado de su firme es tan deplorable que esquivar baches se convierte en una necesidad, y para ello muchos conductores invaden el carril contrario de forma habitual.
El tramo más afectado empieza donde termina el asfalto nuevo y comienza lo que los vecinos llaman “el infierno”. A partir de ahí, la vía se transforma en un rosario de agujeros, parches mal colocados y tramos hundidos, lo que obliga a conductores, ciclistas e incluso peatones a improvisar rutas dentro de la misma calzada.

Carreteras como esta hacen imposible el paso por la derecha
“Aquí se conduce por la izquierda, como en Inglaterra, pero no por gusto”, dicen los habitantes de la zona con cierta ironía amarga. La frase, repetida en tono de broma, encierra una grave denuncia sobre el abandono de las infraestructuras en la España vaciada.
La carretera CUV 5003 está en tan mal estado que es casi obligatorio ir por la izquierda
ASÍ ESTÁN LAS CARRETERAS DEL PUEBLO
La situación no mejora con los años. De hecho, basta con echar un vistazo a Google Maps en su versión más reciente para comprobar que el trazado de la CUV-5003 sigue igual de mal en 2025. Las imágenes muestran un firme cuarteado, arcenes desdibujados y una calzada que parece haber quedado anclada en el pasado.

Una de las carreteras de Casas de Garcimolina, en muy mal estado
A pesar de las múltiples denuncias y de las protestas de los vecinos, las administraciones competentes apenas han actuado más allá de algunos parches temporales. Y como bien dicen en la zona, “los parches se convierten en baches”.
La indignación ha llevado a los vecinos de Casas de Garcimolina y otras localidades cercanas a movilizarse. En agosto de 2021 organizaron una protesta en Los Huertos de Moya, justo en el punto donde termina el tramo nuevo y comienza el viejo. “Es el límite entre la esperanza y la resignación”, aseguran.

Los vecinos ya han organizado varias manifestaciones para protestar ante el estado de las carreteras
El mal estado de la carretera no es el único problema. Casas de Garcimolina y otros municipios de la comarca de Moya luchan contra la despoblación, el envejecimiento y la desconexión digital. A la mala carretera se suma la falta de cobertura móvil, una conexión a internet deficiente y servicios públicos cada vez más escasos.
En 2021, Castilla-La Mancha aprobó una pionera Ley de Despoblación que prometía mejorar la accesibilidad a las zonas más aisladas. Sin embargo, cuatro años después, los efectos aún no se notan en esta comarca. Los vecinos sienten que las buenas intenciones se diluyen entre competencias institucionales y falta de presupuesto.
Lo que ocurre en Casas de Garcimolina es mucho más que una curiosidad. Que sus vecinos se vean obligados a circular por el carril contrario para evitar reventar los amortiguadores no es solo una anécdota, sino una metáfora del abandono que sufren muchos pueblos de la España rural.
Así, este pequeño pueblo de Cuenca se convierte en un símbolo de una España que, aunque legalmente conduce por la derecha, a veces tiene que hacerlo por la izquierda para seguir adelante.