“Todo pasó en segundos”: este albaceteño vive de cerca la primera cornada de los Sanfermines 2025

La emoción del segundo encierro de San Fermín 2025 se transformó en angustia en cuestión de segundos. Los toros de la mítica ganadería de Cebada Gago recorrieron las calles de Pamplona durante 5 minutos y 22 segundos, en una carrera larga, accidentada y caótica que dejó un balance de ocho heridos, uno de ellos por asta de toro. La cornada, localizada en la axila derecha, ocurrió en el siempre complejo tramo de Espoz y Mina.

Quien vivió ese momento con especial intensidad fue David Úbeda, corredor veterano y vecino de Hellín (Albacete), que presenció cómo su compañero de piso, Antonio, era embestido por uno de los astados.

“Ha tenido mala suerte. Esto puede pasar, lo sabemos cuando venimos, pero nunca esperas que te toque tan de cerca”

David Úbeda

Según relató, el toro que provocó la cornada había caído unos metros antes y al reincorporarse arremetió de forma inesperada:

“Se acercó demasiado a Antonio justo cuando intentaba apartarse”

David Úbeda

Afortunadamente, la herida, aunque aparatosa, no reviste gravedad. Antonio recibió cinco puntos de sutura y ya se encuentra fuera de peligro. “Ha almorzado con nosotros, está animado y consciente de que ha tenido suerte dentro de lo que cabe”, dijo Úbeda. Sin embargo, el percance le impedirá correr el resto de las fiestas. 

“Eso es quizá lo que más le duele. Ha venido con mucha ilusión y se le corta todo el plan de golpe. Ahora tendrá que disfrutarlo desde otro lado”

Davis Úbeda

Una vida ligada a los encierros

David Úbeda no es nuevo en esto. Lleva 31 años acudiendo a San Fermín. Ha corrido en todas las condiciones posibles: con lluvia, con calor, con el recorrido lleno o medio vacío. “He visto de todo: cómo se han ido eliminando aceras, cómo han puesto las gateras, las líneas rojas, el antideslizante... Y, sobre todo, la masificación. Antes veías venir a la manada, ahora te los encuentras encima”.

“Hoy ha sido un encierro como los de hace 20 años. Largo, con toros sueltos, con peligro real”

David Úbeda

Y añade: “No es que antes fuera más o menos duro, pero ahora se corre de forma diferente. Hay tramos donde es casi imposible reaccionar con tanto corredor tapando la vista”.

David explica que, más allá del físico, el encierro exige temple y mentalidad. “No necesitas ser un atleta de élite. Necesitas cabeza, saber leer el momento, conocer tu cuerpo y tu posición. Yo ya no busco hacer grandes carreras, sino tramos cortos pero intensos. Ya he tenido mis sustos y me lo tomo con otro ritmo”. 

Pese al susto con su compañero, David no pierde la perspectiva ni la pasión. “Esto no es una locura sin sentido. Aquí hay respeto, tradición, sentimiento. La gente que viene cada año, que corre o simplemente lo vive desde fuera, sabe que San Fermín es algo único”.

 “Aquí se habla de toros desde que te levantas"

Además del encierro, David destaca el ambiente que se genera durante el resto del día. “Aquí se habla de toros desde que te levantas. El apartado, el encierrillo, la corrida, los recortes… Hoy hemos almorzado 40 personas, todos corredores o aficionados. Ese compañerismo es lo que más llena”. 

 ¿El año 32?  

Con más de tres décadas corriendo, David aún no piensa en bajarse del recorrido. “Mientras el cuerpo aguante y tenga con quién venir, seguiré. Y si algún día puedo correr con mis hijos, mejor aún. El mayor ya me lo pide con 10 años. Veremos qué pasa dentro de unos años”.

Los Sanfermines siguen su curso, pero el encierro del 8 de julio quedará marcado por la primera cornada de estas fiestas. Una herida que, por suerte, no ha pasado a mayores, pero que ha dejado un sabor amargo entre quienes lo vivieron desde dentro.