Cuando un periodista escribe sobre un amigo como para mí es Paco Villaescusa, la persona que lea esto debe saber que la objetividad es probable que salte por los aires. De ahí que comience apoyándome en el dato (que siempre mata al relato) indicando que si treinta y cinco clubes de atletismo de las provincias de Albacete, Alicante, Murcia o Cuenca se han puesto de acuerdo para reconocer una labor de más de veinte años, ¿quién soy yo para decir lo contrario?

A sus 54 años -que yo lo sé-, Paco sigue teniendo el alma inquieta como hace cuarenta en el Tomás Navarro Tomás. De ahí que un día embarcara a un grupo de amigos para correr la maratón de Nueva York; recorrer el Camino de Santiago; subir el Kilimanjaro o cualquier otro pico o volcán que levante más de mil metros del nivel del mar. De esa alma inquieta y libre, y de un amor incondicional por el Albacete Balompié, por su historia y sus estadísticas viene también una obra única y fundamental que quedará para siempre, la Enciclopedia De Blanco a Blanco que hace unos meses viera la luz y que no solo ofrece los números o las historias, sino también las pruebas que cambian la fecha de nacimiento del club (1939).

Asumidos y cumplidos todos estos retos, a Paco Villaescusa le faltaba algo en los últimos tiempos. Según él mismo reconoce, un día Manuel Serrano, próximo alcalde de Albacete, habló con él y le ofreció la concejalía de Deportes. Lo pensó, porque él es muy de pensar, incluso de anotar en un papel los pros y los contras de la decisión y hace un par de meses nos sorprendió en el número 3 de la lista del Partido Popular.

Pasado el terremoto de la campaña y conocido el escrutinio de las urnas, Paco anunció que la Media de Albacete 2023 sería su despedida del mundo del "espikerismo", por lo que qué mejor lugar para recibir el cariño de los grandes protagonistas de las carreras, los atletas, que antes y después de la salida tuvieron cálidas palabras para la labor de quien les ha animado, ayudado y conocido por el nombre, el mote o el color de las zapatillas antes de enfilar la recta de meta de alguna de las quizá más mil carreras en las que ha actuado.

El mejor guión posible para la jornada del domingo se cerró con Alfonso Villaescusa, hijo mayor de Paco, que corrió su primera media el mismo día en el que su padre 'voceaba' la última.

Ahora toca ser concejal

El nuevo Kilimanjaro de Paco Villaescusa son ahora la política y la Concejalía de Deportes. Quizá sea más complicado, pero así para empezar, ya hoy en COPE Albacete nos ha explicado que "la actividad deportiva en esta ciudad ha crecido de forma desmesurada y, sin mirar a PP o PSOE que son los que han gobernado este tiempo, son más que necesarias algunas instalaciones como una nueva piscina, un pabellón de referencia y que se pueda utilizar por muchos deportes porque el que tenemos, el del Parque, lo inauguró en el 74 el entonces príncipe Juan Carlos. En las pistas de atletismo hay cada día 500 personas entrenando, los del patinaje y el hockey ya no saben dónde ir para que les den cobijo y el Carlos Belmonte se cae a trozos con humedades, goteras o asientos que se hunden... Realmente hacen falta mucho en la ciudad y hay que poners a trabajar".

Leal, pulcro, puntual y metódico hasta el extremo -y ninguno de los cuatro adjetivos va con segundas-, estoy seguro de que igual que antes de cada carrera, Paco se sabe el reglamento, el número de premios y conoce hasta el último detalle de la prueba para anticiparse a cualquier contingencia, de la misma forma va a llegar a cada comisión, a cada pleno o a cada reunión, ya sea con los trabajadores municipales o con los colectivos del deporte. ¿Que si va a ser un buen concejal? Ojalá, yo se lo deseo por el bien del deporte, de los deportistas y de la ciudad.

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Sé que no soy objetivo, pero qué narices, es mi amigo. ¡Qué digo mi amigo! ¡mi hermano!