Un vecino de Cantabria pone voz a la tensión militar que se está viviendo entre Tailandia y Camboya: "Se han escuchado..."

Un cántabro que se encuentra de vacaciones en Tailandia, a solo 30 kilómetros de la frontera con Camboya, ha relatado en el programa 'Herrera en COPE Cantabria' la creciente tensión bélica en la zona. Carlos, como se llama este testigo, describe una situación de normalidad aparente durante el día que se transforma por completo al anochecer, con toques de queda y una oscuridad casi total.

Toque de queda y apagón total

Según ha explicado Carlos a la periodista Cristina Jimeno, aunque durante el día la gente "hace su vida normal", la situación cambia radicalmente a partir de las siete de la tarde. "A partir de las 7 de la tarde, ya nos confinaban a todos dentro de las casas", explica, describiendo cómo los vecinos empiezan a "tapar las luces" y a "hacer cosas raras". Se trata de una orden directa del gobierno tailandés que impone un estricto confinamiento nocturno.

Uno de los aspectos que más le ha impactado es el "apagón generalizado", que sume en la oscuridad las calles, negocios y la costa de una zona habitualmente muy turística. "Estoy delante del mar y antes de ayer se veían los pescadores con unas luces verdes que estaban pescando, o ya eso no se veía nadie dentro", detalla el cántabro. La ausencia total de vida nocturna genera, según describe, una sensación muy extraña.

Aviones de combate y explosiones

La tensión se ha hecho visible con el aumento de los movimientos militares. Aunque se encuentra en un área donde no es habitual, Carlos confirma haber visto "dos F-16" sobrevolar la zona en dirección a Camboya y un "bastante despliegue militar" en la cercana ciudad de Trat.

El gobierno camboyano es el que está iniciando otra vez la tentativa contra Tailandia"

Aunque él no ha escuchado detonaciones, los residentes locales le han confirmado que por la noche "se han escuchado varias explosiones" cerca de la frontera. Según le han contado, el conflicto lo habría iniciado Camboya por la disputa de un templo. "Tiraron las bombas esas que tiraron, que tuvieron que desalojar a la gente", relata sobre episodios pasados, y añade que ahora "el gobierno camboyano es el que está iniciando otra vez la tentativa contra Tailandia".

Prudencia y preocupación

A pesar de la escalada, el ambiente no es de pánico, sino de prudencia y preocupación. Los controles militares en las carreteras y las restricciones nocturnas condicionan el día a día, manteniendo a la población pendiente de cómo puede evolucionar una situación que, aunque localizada, ha transformado por completo la vida en esta región del sudeste asiático.