Vacaciones con deberes: las familias de Cantabria dicen basta a la carga de tareas en Bachillerato
Los deberes son parte de la rutina escolar de muchos estudiantes, pero... ¿Son siempre necesarios, o hay momentos en los que se pasan de la raya?

María Ángeles Navarro, es presidenta del consejo escolar de Cantabria.
Santander - Publicado el - Actualizado
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Un estudio del Consejo Escolar de Cantabria acaba de poner cifras a algo que muchas familias comentan en casa: los deberes en Bachillerato pueden ser excesivos, sobre todo en épocas de vacaciones, cuando en teoría toca descansar y recargar pilas antes de volver a las clases.
Según este informe, que se ha presentado junto al consejero de Educación, Sergio Silva, la mayoría de las familias de Cantabria ven bien la cantidad de tareas que traen a casa sus hijos en Infantil y Primaria. Aquí, los deberes suelen ser más sencillos, y muchas veces se hacen con ayuda de padres y madres después de merendar, convirtiéndose en un momento más de la rutina familiar.
Los deberes suben con la edad
El problema llega en Secundaria y, sobre todo, en Bachillerato. A medida que los estudiantes crecen, los deberes no solo aumentan, sino que también se convierten en una tarea que muchos afrontan en solitario, pasando de una a dos horas diarias pegados a los libros o al ordenador para poder completar todas las tareas. ¿Y en vacaciones?

Abuela ayudando con los deberes
Aquí está una de las claves del estudio: en teoría, los periodos no lectivos deberían servir para descansar, pero según los datos, 6 de cada 10 familias cántabras dicen que sus hijos siguen teniendo deberes en vacaciones. Si preguntas a los profesores, este porcentaje sube al 87%, lo que refleja que muchos centros siguen enviando trabajos para hacer en casa durante estos periodos.
Las familias consideran que, aunque es importante que los chicos y chicas no pierdan el ritmo, las vacaciones deberían ser para disfrutar, desconectar y recargar pilas, y no para seguir con la misma carga de trabajo que durante el curso.
Los deberes, fuente de conflictos en casa
El estudio también señala algo que seguro te suena si tienes hijos en casa: los deberes pueden ser un motivo de tensión familiar. En Infantil y Primaria, los niños suelen contar con ayuda en casa, y los conflictos son poco frecuentes. Pero en Secundaria y Bachillerato, los adolescentes suelen hacer las tareas solos, y eso puede generar roces y discusiones que, según el informe, ya afectan a más del 25% de las familias en Cantabria.
Además, cuanto más avanzan en el sistema educativo, menos información reciben las familias por parte de los centros sobre las tareas que se mandan, lo que dificulta el seguimiento y el apoyo en casa.

Niños en una escuela dibujando alrededor de una mesa
¿Qué proponen las familias?
El Consejo Escolar de Cantabria concluye que sería positivo replantear la cantidad de deberes, especialmente en los cursos más altos y en épocas de vacaciones, para encontrar un equilibrio entre el refuerzo académico y el tiempo de descanso y ocio que también necesitan los estudiantes.
Muchos padres y madres piden que se fomente un uso más equilibrado de las tareas, que se adapten a las necesidades de cada etapa educativa y que se priorice el aprendizaje real frente a la cantidad de ejercicios por hacer.

Niños corriendo en el parque
Al final, como tantas cosas en la vida, se trata de equilibrio: de aprender a gestionar el tiempo, de mantener hábitos de estudio y de responsabilidad, pero también de tener espacio para disfrutar de la familia, de un paseo, de leer por placer o simplemente de no hacer nada un rato. Porque la salud mental y el bienestar de nuestros jóvenes son tan importantes como su formación académica.
El debate está abierto, y este estudio pone sobre la mesa una realidad que muchas familias ya conocen: que los deberes, en su justa medida, pueden ayudar, pero en exceso, pueden convertirse en una carga que afecta al bienestar de los estudiantes y a la convivencia familiar.