Un restaurante de Cantabria triunfa con su cocina tradicional pero afronta un reto inesperado

Con 38 años de historia, el restaurante La Portilla en Celis se ha convertido en un referente gastronómico, pero su gerente se enfrenta a un dilema para el futuro

00:00

Redacción COPE Cantabria

Santander - Publicado el

2 min lectura9:25 min escucha

El restaurante La Portilla, en Celis, se ha consolidado como uno de los establecimientos con las valoraciones más altas de la zona gracias a su comida de calidad. Al frente del negocio se encuentra Jorge Rueda, su gerente desde hace 38 años, quien ha asegurado que mantiene la ilusión para "seguir un poco más".

La tradición como seña de identidad

Aunque el cocido es un plato muy importante en la zona, Rueda ha explicado que su casa es especialmente famosa por el cabrito asado. "Es el plato típico que más trabajamos y por el que nos tienen el reconocimiento tan grande", ha señalado. Además, ha destacado una creación que casi solo ellos elaboran en Cantabria: unos espárragos rellenos de espinacas y gambas. La artífice de estos platos es su mujer, quien sigue fielmente las recetas de su abuela para mantener la esencia de la cocina tradicional.

Es el plato típico que más trabajamos y por el que nos tienen el reconocimiento tan grande"

Jorge Rueda

Gerente de La Portilla

Sobre el cocido, Rueda ha comentado con curiosidad cómo ha evolucionado su popularidad. "Primero era un plato nuestro, de estas zonas", ha recordado, explicando que ahora se puede encontrar en restaurantes de toda Cantabria, incluso en Santander, donde antes no era habitual.

Un enclave privilegiado y un reto mayúsculo

La ubicación del restaurante es otro de sus puntos fuertes. La proximidad a atractivos turísticos como la Cueva del Soplao y el santuario de la Virgen de Garabandal les ha proporcionado, en palabras del gerente, "una estabilidad de todo el año". La temporada alta es especialmente larga, comenzando en abril y extendiéndose sin pausa hasta el 12 de octubre.

Sin embargo, el negocio también afronta un desafío considerable: la falta de personal cualificado. A pesar de tener la clientela y el reconocimiento asegurados, encontrar trabajadores es la mayor dificultad. "El único problema que tenemos ahora mismo es el personal, no encuentro a nadie", ha afirmado Rueda, calificándolo como "la mayor preocupación" de su trabajo.

Este problema, según ha explicado, es generalizado en el sector de la hostelería, pero se agrava en los pueblos del interior, donde es más difícil atraer trabajadores. El restaurante cuenta con una plantilla habitual de siete personas, que se amplía a diez u once durante la temporada alta con refuerzos.

Futuro incierto sin relevo generacional

A este reto se suma la falta de relevo generacional para un negocio que ha pasado de generación en generación. Con orgullo, Rueda ha explicado que sus dos hijos "hicieron carrera" y son ingenieros industriales, por lo que no seguirán con la tradición familiar. Esta situación deja en el aire el futuro de un establecimiento con una larga y exitosa trayectoria.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

La Linterna

La Linterna

Con Ángel Expósito

Lunes a viernes de 19:00h a 23:30h

Programas

Último boletín

18:00 H | 19 NOV 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking