¿A qué lugar lleva la puerta más pequeña de Santander? "No es para todos..."

Es uno de los rincones más curiosos de la capital de Cantabria. Su forma y sus características tienen sentido aún hoy en día, ¿pero qué historia hay detrás?

Imagen de la puerta más pequeña de Santander
00:00

Jesús Mazón, comunicador de radio y televisión, revela el secreto de este rincón de Santander

Álex García

Santander - Publicado el

3 min lectura

A simple vista, podría pasar desapercibida. Una puerta de madera estrechísima, encajada entre muros de piedra, que apenas supera el ancho de una persona. Está en la calle Ataúlfo Argenta de Santander y, si no te lo dicen, probablemente la ignorarías. Pero esta puerta tiene historia. Una historia que mezcla tragedia, generosidad vecinal y una forma de vivir que ya no existe.

El comunicador Jesús Mazón, apasionado por los rincones con alma de Santander, lo contaba hace unos días en redes sociales. Su publicación, acompañada de varias fotos, ha despertado la curiosidad de miles de personas. ¿Qué hace una puerta así en pleno centro de la ciudad? ¿Por qué es tan pequeña? ¿Y qué hay al otro lado?

El incendio que lo cambió todo

La clave está en el pasado. Concretamente, en febrero de 1941. Un incendio devastador arrasó parte del centro histórico de Santander. El fuego obligó a levantar edificios nuevos sobre cenizas, y la ciudad se reinventó con prisas, escasez de recursos y mucha voluntad de los vecinos.

Imagen de la puerta más pequeña de Santander

Imagen de la puerta más pequeña de Santander

Fue entonces cuando, según cuenta Mazón, los habitantes del edificio que hoy tiene esta puerta tan peculiar tomaron una decisión poco común: ceder parte del espacio de su portal para que pudiera abrirse un pequeño comercio en los bajos. Aquel gesto, poco visible, pero profundamente solidario, dejó una huella imborrable en la fachada: una puerta de una sola hoja, justo la mitad de lo habitual.

“Es la puerta más estrecha que tenemos en Santander”, explica Mazón, “pero también una de las más significativas. No es un capricho ni un error. Es un símbolo de cómo se reconstruyó esta ciudad tras una tragedia colectiva”.

De la burguesía santanderina al viento sur

Pero aún hay más. Esta puerta no solo tiene un valor histórico. También forma parte de una lógica urbana que hoy resulta casi impensable. El edificio al que pertenece tiene su fachada principal en el Paseo de Pereda, uno de los puntos más elegantes de la ciudad, antigua residencia de familias acomodadas.

En aquella época, explica Mazón, era habitual que las casas señoriales tuvieran dos accesos: uno principal para los señores y otro secundario para el servicio doméstico. La puerta que hoy llama tanto la atención era, en realidad, esa entrada trasera de servicio. Discreta, práctica y separada de los lujos del salón principal.

Esta puerta es el recuerdo vivo de una ciudad que se reconstruyó con generosidad"

Jesús Mazón

Comunicador de radio y televisión

Y no solo se usaba entonces. A día de hoy, asegura Mazón, cuando sopla fuerte el viento sur y se recomienda no abrir los portales principales por seguridad, esta pequeña puerta vuelve a tener protagonismo. Sigue funcionando, aunque entrar requiere ciertas habilidades: “O eres muy delgadito, o tienes que ir de perfil”, bromea.

Una puerta que se sigue usando

Las imágenes lo dicen todo. Una puerta de madera tallada, en buen estado, con su aldaba antigua intacta. A un lado, el rótulo de un comercio cerrado. Al otro, la vida de una ciudad que camina ajena a lo que hay justo ahí, a ras de calle: un pedazo de su historia más íntima.

Jesús Mazón lo resume así: “Esta puerta no es un simple acceso. Es un testimonio. Es la prueba de que hubo vecinos que pensaron en los demás antes que en su comodidad. Que renunciaron a parte de su espacio privado para ayudar a levantar el comercio local tras una tragedia. Y lo hicieron sin pedir nada a cambio”.

Imagen de la puerta más pequeña de Santander

Imagen de la puerta más pequeña de Santander

El secreto final: ¿a dónde lleva esta puerta?

La pregunta que todos se hacen es inevitable: ¿y qué hay al otro lado? ¿A dónde lleva esta puerta?

La respuesta es tan sorprendente como sencilla: es la entrada de servicio del edificio, y sigue llevando al mismo sitio que entonces: al portal trasero de los pisos del Paseo de Pereda. No es decorativa, no está tapiada, y no es una reliquia inservible. Es funcional.

Hoy en día, ese acceso discreto, que un día fue para el servicio y después una alternativa cuando el viento azota, permite entrar al edificio como siempre… Pero solo si sabes que está ahí. Y si cabes.

Temas relacionados

Herrera en COPE

Herrera en COPE

Con Carlos Herrera

Lunes a viernes de 06:00h a 13:00h

Programas

Último boletín

05:00H | 7 MAY 2025 | BOLETÍN