Cáritas lleva a cabo su campaña de Navidad con el foco puesto en el mayor problema de la sociedad de Cantabria: " Cada vez más frecuente"
La organización atiende a casi 6.000 personas en la región y advierte que la vivienda y el empleo precario agravan la exclusión de las familias más vulnerables

Un hombre con las llaves de la casa en la mano
Santander - Publicado el
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La organización humanitaria Cáritas ha lanzado una seria advertencia en su última campaña: "Tener una vida digna se ha convertido en una cuestión de suerte". Este mensaje, que protagoniza su campaña de Navidad bajo el lema ‘Mientras haya personas, hay esperanza’, pone el foco sobre una realidad que golpea con especial dureza a Cantabria.
Los datos de la entidad en la región son preocupantes: una de cada tres personas que solicitaron ayuda en el último año lo hizo por primera vez, y la mitad de los hogares atendidos eran familias con niños. En total, Cáritas Diocesana de Santander ha acompañado a 5.839 personas, una cifra que evidencia que la exclusión social sigue muy presente.
La vivienda, la nueva frontera
El acceso a la vivienda se ha convertido en el principal obstáculo para miles de familias. Según Rodrigo Pérez García, responsable de comunicación de Cáritas en Cantabria, "uno de cada cuatro hogares en nuestro país tiene problemas para sustentar los costes de la vivienda". Esta situación obliga a muchas personas a vivir en condiciones de hacinamiento, en habitaciones realquiladas y, a menudo, sin un contrato de alquiler.

Cartel de un piso en alquiler
Este problema afecta especialmente a hogares monoparentales, jóvenes y a la población migrante, que afrontan barreras casi insalvables para alquilar. Como dato revelador, el año pasado casi 700 personas pudieron mantener su vivienda gracias a la intervención de Cáritas, que denuncia que "acceder a una vivienda comprada es casi imposible, porque las familias no tienen capacidad de ahorro".
Tener una vida digna se ha convertido en una cuestión de suerte"
Responsable de comunicación de Cáritas Diocesana de Santander
Trabajar ya no es suficiente
El empleo, que tradicionalmente actuaba como un escudo contra la exclusión, tampoco garantiza la estabilidad. "Ya no garantiza trabajar el tener ingreso suficiente para poder hacer frente a todos los gastos", explica Pérez García. Esta precariedad laboral se agrava en el caso de las personas migrantes, que a menudo "no cuentan con una red de apoyo" y cuya situación administrativa irregular les deja "fuera del acceso a todos los derechos".
Ya no garantiza trabajar el tener ingreso suficiente para poder hacer frente a todos los gastos"
Responsable de comunicación de Cáritas Diocesana de Santander
Un llamamiento a la solidaridad
Ante esta situación, Cáritas hace un llamamiento a "educar el corazón en la fraternidad" y a la colaboración ciudadana a través del voluntariado o de donaciones económicas. El objetivo es sostener los programas de acompañamiento integral que ofrecen ayudas para alimentación, higiene, salud o alquiler, y recordar que la dignidad nunca debería depender del azar.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



