Vecinos de Santa Cruz de Tenerife, preocupados por las personas sin hogar con problemas de salud mental
Comercios y residentes de Rambla Pulido señalan los comportamientos erráticos, que afectan al vecindario

Tenerife - Publicado el - Actualizado
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Vecinos y comercios de Rambla Pulido, en Santa Cruz de Tenerife, piden ayudan o una solución para que las personas sin hogar con enfermedades mentales, que frecuentan la zona, puedan ser atendidas adecuadamente. Explican que viven atemorizados por gritos, agresiones verbales o empujones de algunas de estas personas, que parecen no recibir tratamiento alguno. El problema está en que poco puede hacer la Policía o el Ayuntamiento en estos casos por las trabas jurídicas que existen. Hoy en Herrera en COPE Tenerife hemos tratado el caso de uno de ellos, muy conocido en la zona.
los vecinos
"Grita muchísimo, la verdad que es bastante molesto", comenta una vecina a COPE. Ella explica que se encuentra habitualmente con una de estas personas, y que tanto de día como de noche, mantiene en vilo a todo el vecindario. Sus chillidos son tan fuertes, tan agónicos, que ella misma reconoce que ha tenido que llamar en varias ocasiones al 112, preocupada por si le pasaba algo: "Nunca vimos que pudieran hacer nada al respecto, el señor sigue en la calle con el deterioro y desgaste que conlleva vivir en esas circunstancia".

Pabellón Pancho Camurria (S.C: de Tenerife)
La vecina explica que es conocedora de que esta persona hace sus necesidades donde puede, así como también protagoniza escenas desagradables delante de menores. Toda esta situación le lleva a empatizar y a preguntarse si ella estuviera en el mismo caso, con una patología mental, se encontraría en esas circunstancias y sin ayuda: "Nadie pueda hacer nada al respecto por trabas legales, por judiciales, por el tema de sus derechos, la libertades de cada individuo...".
los negocios
Andrea es gerente desde hace dos años de una cafetería en esta calle. Sin embargo, conoce a esta persona desde hace más de cuatro, pues también rondaba por su anterior trabajo en la Ramón y Cajal. En su caso, ella tiene una terraza y reconoce que es bastante complicado lidiar con él, que precisamente suele dormir en un portal frente a su local: "En ocasiones agarra los servilleteros y tira las servilletas por toda la calle. Tenemos que limpiar, recoger, reponer otra vez... Tira colillas encendidas hacia dentro". De nada sirve hablar con él, pues no pueden mantener una conversación razonable: "Obviamente no está en sus cinco sentidos".
La señora quedó tumbada en el piso y él comenzó a hacer cosas. A gritar, como siempre"
Gerente de una cafetería Rambla Pulido
Al igual que la vecina anteriormente citada, Andrea también ha tenido que llamar a la policía por el comportamiento de este hombre. El caso más grave fue cuando empujó a una señora mayor: "La señora quedó tumbada en el piso y él comenzó a hacer cosas, a gritar como siempre. La persona nosotros la ayudamos. No necesitó ambulancia ni nada". El hombre se puso todavía más nervioso cuando llegó la policía, la que no pudo hacer nada al respecto. "A nosotros nos dicen es que como él no puede firmar, no se pueden llevar a nadie sin su autorización entonces no se lo llevan".

Proximidades del Centro Municipal de Acogida S.C. de Tenerife
Andrea cuenta que en ocasiones las autoridades sí han logrado atender al hombre, y que al menos, durante unos quince días, lo recogen y lo medican: "Viene afectado, con un corte de pelo, todo limpio, hasta con ropa limpia. Él te dice hasta los buenos días". El cambio es inmenso. Lo reconoce como una persona muy educada y lejos quedaron los gritos y las agresiones verbales. "Ya cuando pasan quince, veinte días, vuelve otra vez. Como con falta de medicamento, falta de dedicación de las autoridades, de la familia...". Lamenta que nadie pueda ayudar de verdad a este hombre, pues afirma que él no tiene culpa de su enfermedad.
el ayuntamiento
Le hemos preguntado a Charín González, concejala de Acción Social del Ayuntamiento de Santa Cruz, el motivo que hace que estas personas no puedan recibir la ayuda que merecen. Todo está en las trabas legales: "Es un procedimiento judicial largo", explica. "Nos ha pasado que el Ayuntamiento entregando informes de cientos y cientos de páginas sobre la situación de una persona, al final el juez tiene su propia decisión y tiene una serie de pruebas". El colapso de los despachos hace que todavía se más difícil que llegue una respuesta justa, pues tardan muchos meses en tomar una decisión.
Intentar convencer a estas personas que acudan a nuestros servicios"
Concejala Acción Social Ayuntamiento Santa Cruz de Tenerife
El Ayuntamiento explica que la negativa de la Justicia ante la posibilidad de ingresar involuntariamente a una persona es frecuente, sobre todo cuando tiene en cuenta que la voluntad del enfermo. La única alternativa que le queda al consistorio es ofrecer sus recursos: "Lo que estamos haciendo continuamente es intentando trabajar con estas personas a través de nuestros profesionales, que los tenemos para de alguna manera intentar convencer que acudan a nuestros servicios". La concejala explica que muchas personas están padeciendo problemas de salud mental, de hecho van en aumento. Un lamentable fenómeno que también se vive entre las personas sin hogar, que presentan una mayor vulnerabilidad.