El Club Oliver acogió este martes las II Jornadas de la Biodiversidad de la Fundación Cepsa, con el títuloLa conservación de la biodiversidad, clave para la sostenibilidad en Canarias y Andalucía. El encuentro, donde estuvo Herrera en Cope Tenerife, contó entre otros con el ingeniero agrónomo Manuel Caballero, la persona que sugirió al Ayuntamiento de Santa Cruz la posibilidad de hacer un parque de palmeras al aire libre en la ciudad. Lo que no esperaba era que José Emilio García Gómez, el alcalde por aquel entonces, le ofreciera hacerlo en la zona del antiguo vertedero.

Incrédulo ante el reto de transformar esa zona en un nuevo espacio verde, fue viendo la planificación a medida se iba trabajando en ella. Sobre todo con la incorporación de un joven Carlos Morici, director técnico y botánico del Palmetum, quien creyó en el proyecto desde el principio, y que se presentó en el año 1992 de forma conjunta junto al del Parque Marítimo. Recordando a Cesar Manrique, afirma Manuel que tiene una foto con él del momento en el que se presentó la maqueta y que gustó al artista, que solo había pedido poner un móvil de los que diseñaba en la parte alta del recinto. Sin embargo, falleció antes de que se pusiera en marcha.

Para garantizar el correcto funcionamiento del Palmetum, fue necesario acometer ciertas modificaciones para proteger las plantas y los árboles de las injerencias climáticas, como una pantalla vegetal para cortar los vientos procedentes de Anaga, o incorporar los cursos de agua para mantener la humedad. Recordaba Carlos, a través de una conversación con un profesor suyo de la universidad, donde afirmaba que Canarias tendría en 30 años el clima de Cabo Verde. Consciente de esas palabras, la construcción del Palmetum se hizo pensando en el futuro.

Morici finalizó diciendo que en la actualidad es evidente la falta de zonas verdes con sombra y confirmó que en los próximos 3 años se acometerán obras para dotar al Palmetum de nuevos servicios que serán posibles también gracias a la aportación de la Fundación Cepsa.

Otra de las ponencias de las Jornadas de Biodiversidad estuvo a cargo de Victoria Eugenia Martín, directora de la Cátedra Jardín Botánico Wolfredo Wilpret de la Universidad de La Laguna. En su intervención trataba la restauración del paisaje vegetal de Las Mesas, que con el paso de los años, ha ido perdiendo flora y actualmente queda un remanente de lo que fue.

El objetivo es renaturalizar una zona que presenta ciertas particularidades por la altitud y morfología del terreno. A través de un estudio climatológico con información geobotánica se determinará si corresponde la implantación de un bosque termófilo o de cardonales. Aunque los resultados de la primera fase no se verán hasta dentro de 5 o 10 años. Lo que sí está claro, es que la flora va a ser autóctona y reclama que las administraciones recuperen hábitos como el estudio de flora y fauna canaria para poder hablar de sostenibilidad en las islas.