Los inspectores de salud pública han visto incrementado notablemente su trabajo con la irrupción de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, tras un año de demandas, aseguran que su situación laboral "en absoluto mejora"; de hecho, va "a peor".

Así lo asegura el secretario de la Asociación de Inspectores de Salud Pública de Canarias, Luis Piñero, quien reprocha a la Consejería de Sanidad que siga sin buscar solución a su situación. "No se han querido reunir con nosotros y no sabemos cúal es la causa", denuncia.

En una entrevista concedida a Mayer Trujillo La Mañana en Canarias, Piñero asegura que son "los auténticos olvidados de la salud pública": "Seguimos compartiendo despacho y ordenadores, además de utilizando nuestros propios vehículos". De hecho, destaca que aún los inspectores mayores de 55 años en Tenerife siguen sin recibir las dosis de la vacuna contra la covid. A los menores de esa edad se les administró la de AstraZeneca cuando no se recomendaba para mayores de 55. Ahora, con el cambio de criterio, siguen esperando. "En las otras islas, sin embargo, ya han vacunado a todo el personal; parecemos reinos de taifas", lamenta.

Los inspectores recuerdan que están "en riesgo desde el primer día", acudiendo a colegios o restaurantes. Además, siguen trabajando en mataderos o en el análisis del agua. "Eso tiene que seguir, haya covid o no; por eso, si antes éramos pocos, ahora somos bastantes menos", explica Piñero.

"Seguimos trabajando como hasta ahora, pero influye en el ánimo, porque vemos mejores en otros colectivos, pero no en el nuestro", lamenta el secretario de los inspectores canarios.