Una visita histórica: la Virgen de Candelaria, junto a los reclusos de la prisión Tenerife II

Los reclusos de la prisión Tenerife II viven este martes un acontecimiento que, para muchos, será imposible de olvidar. La imagen de la Virgen de Candelaria ha sido trasladada a las instalaciones de La Esperanza para pasar toda la mañana con quienes están privados de libertad cumpliendo condena.

La cita estaba prevista que se produjera en 2018, cuando la patrona de Canarias visitó las ciudades de Santa Cruz de Tenerife y San Cristóbal de La Laguna, pero diversas circunstancias lo hicieron imposible. Ha sido siete años después, aprovechando una nueva visita a la capital tinerfeña, cuando por fin se ha materializado el proyecto.

La comitiva partió de madrugada, en la grúa que la transportó desde Candelaria a Santa Cruz, pero sin las andas de baldaquino, sino en una sencilla base con cuatro varales, partió la imagen por la autopista TF-5 y, escoltada en La Laguna por la Policía Local, rodeó la glorieta del Padre Anchieta antes de subir a La Esperanza. Llegó bien temprano, cuando aún no había amanecido.

Junto a la Virgen de Candelaria se encontraba el obispo de la Diócesis Nivariense, Eloy Santiago; los padres dominicos de Candelaria; y el delegado diocesano de Pastoral Penitenciaria, Domingo Marrero; además de los responsables de Tenerife II y voluntarios.

"El traslado se ha hecho más o menos en media hora, bastante más rápido de lo que pensábamos, hemos estado esperando desde las 5 y pico de la mañana, con un poco de frío, pero esperando a hacer la misión que tenemos prevista", ha resumido Dailos José Melo, rector de la Basílica de Nuestra Señora de Candelaria, quien vive esta visita "de sorpresa en sorpresa".

"avivar la llama de la esperanza"

El delegado diocesano de Pastoral Penitenciaria, Domingo Marrero, destaca las emociones que suscita este encuentro: "La cárcel, aunque algunos la pinten como un hotel, es un lugar de soledad, de desolación, donde reina la tristeza; entonces, esto es una visita agradable, que habla de ternura, de cariño, de cercanía".

Como señala el lema, María es "consuelo y esperanza": "Sí, es consuelo y nos hace mirar hacia adelante; para los presos, su horizonte más inmediato es el día a día, pero después también siempre tienen la perspectiva de salir un día a la calle, y yo creo que la Virgen de Candelaria va a avivar la llama de esa esperanza de salir un día de aquí y empezar una vida diferente, una vida nueva".