El pasado 24 de junio se cumplieron 13 años de la llegada de la orca Morgan a las instalaciones de Loro Parque, un hecho que, junto a su rescate, salvó la vida del conocido cetáceo. En Loro Parque Fundación han venido cuidando del animal exhaustivamente afanándose para que tenga la mejor calidad de vida. Cuando apareció en las costas de Holanda, era apenas una cría y se encontró sola, deshidratada y desnutrida, casi al borde de la muerte. Gracias a que fue rescatada y a muchas personas que pusieron su empeño y su esfuerzo en que no tuviera un desenlace fatal, en unos meses logró recuperarse por completo en el Delfinario de Harderwijk, en Holanda.

El director de la institución, Javier Almunia, explicó en Cope Canarias, cómo es el día a día de Morgan y recordó también en qué estado se encontraba en el momento de su rescate: “estaba muy cerca de la costa, y cuando vieron que era una orca avisaron al delfinario local para su rescate. Se dejaba tocar, coger…la colocaron en una camilla, la metieron en un barco y afortunadamente consiguieron rescatarla”.

Sin embargo, no se pudo encontrar a su familia que es vital para que pudiera sobrevivir, por lo que no podía ser devuelta al mar y solo había dos alternativas: la eutanasia o integrarla en un grupo de orcas bajo cuidado humano. Las autoridades holandesas, tras estudiar su caso, decidieron que el mejor lugar para ella era Loro Parque y el zoológico portuense aceptó su petición de ayuda.

Cuando llegó a Loro Parque, “nos dimos cuenta de que tenía un problema de oído” y tras varias pruebas se constató que estaba sorda por lo que, según explicó Almunia, “esa puede haber sido la razón” por la que se separó de su grupo, ya sea porque se desorientó o porque la rechazaron. Se desconoce el motivo por el que perdió la audición, pero lo que sí se sabe tras diferentes estudios es que “en algún momento, sí pudo oír” ya que conocía el dialecto de las orcas del Atlántico Norte.

La sordera de Morgan hizo que se tuviera que reinventar la forma en que se comunicaban en el parque con estos cetáceos y se ideó una técnica visual mediante “destellos de luces” y finalmente se hizo que el resto de las orcas también se entrenaran con este sistema. “Hubo que inventarlo y es un sistema pionero en el mundo”, indicó Almunia. “Ha sido un aprendizaje continuo desde el momento en que llegó para que Morgan pudiera entendernos”.

Ante la pregunta de qué hubiera pasado si Loro Parque Fundación no hubiera acogido a la orca, el director de la institución afirmó que la eutanasia hubiera sido su final ya que mantener a un animal de estas características en parques o instalaciones sin medios es algo muy complicado. Asimismo, Almunia quiso destacar que son muchos animales, como por ejemplo tortugas rescatadas con miembros amputados, que tras su rescate, es imposible devolverlos a su hábitat natural ya que sería imposible que sobrevivieran.