Kike Pérez: "Sustituir a Manolo Vieira no fue nada fácil"

El cómico canario repasa su trayectoria y anuncia su intención de conseguir un Récord Guinness en septiembre

Kike Pérez
00:00

Kike Pérez en los micrófonos de Herrera en COPE

Redacción COPE Canarias

Canarias - Publicado el

9 min lectura

Kike Pérez se ha pasado por los micrófonos de Herrera en COPE en Canarias para repasar su trayectoria y contarnos algunos de los proyectos en los que ahora está involucrado. Una entrevista en la que destacaba como referente a Manolo Vieira y daba pistas sobre un podcast que quiere hacer para el mes de septiembre. Pero la conversación con él empezaba, por el principio, por sus orígenes como humorista.

¿Habías pensado que este iba a ser tu modo de vida?

Nunca lo había dicho, fantaseando de niño, sí fantaseaba con ser Manolo Vieira, pero si es cierto que llevarlo a tierra me costó unos años más

¿De hecho ibas para maestro de educación física, no?

Y fui, y soy, mi madre te lo va a defender a muerte, que el niño tiene una carrera seria, y que luego hace lo que hace para ganarse la vida.

Eso nos ha pasado a muchos, los padres nos decían: “Estudia una carrera seria y luego haz lo que quieras”. Fue una cosa así, ¿no?

Eso es, periodista, músico, son carreras que le quitan seguridad a la vida y a los padres les dan mucho miedo.

SUS INICIOS COMO HUMORISTA

Uno como humorista se va descubriendo poco a poco. ¿Cuál fue ese acto fundacional, ese primer momento para ti?

Esto es muy poquito a poco y a los que empiezan ahora les recomiendo que se fogueen poquito a poco, porque hoy en día la inmediatez de las redes sociales y todo lo que tiene que ser a velocidad 1,5, muchas veces no te lleva por el camino correcto y te lleva a saltar escalones. Pues yo no me salté escalones, empecé por el primero, me fui a un bar para actuar frente a 20 amigos y ese fue el primer paso. 

Esa era la manera de tomar contacto y comprobar que la gente se reía conmigo. De un bar con amigos, pasas a un bar sin amigos y cada vez intentando profesionalizar el tema y también comprobando que no solo eres el gracioso del grupo, sino que gente que no sabe nada de ti, conecta con tus historias.

Kike Pérez en la entrevista en Herrera en COPE

Kike Pérez en la entrevista en Herrera en COPE

Hubo un proceso de adelgazar que compartiste con el público. Cada kilo que bajabas era compartido en cada espectáculo, ¿no?

¿CÓMO ELABORA SUS MONÓLOGOS?

Con el paso del tiempo la cosa se va asentando y uno tiene que hacer autocrítica. En su momento me medio aproveché de esa imagen tan potente de un tipo con 140 kilos sin camisa en el escenario. Pero claro, muchas veces se puede banalizar y si hay un arte totalmente susceptible a la banalización es el humor. Y cuando tocó mirar a la salud, tocó cuidarse, también es cierto que hubo que aguantar esa pequeña montaña rusa de preguntarme, oye, la gente, ¿me querrá así?

No es tanto lo que cuentas, sino como lo elaboras, ¿no?

Sí, y soy un defensor acérrimo de eso. De hecho, casi toda la camada de humoristas canarios hemos “mamado” de Manolo. Somos "cuenta anécdotas" y yo creo que se conecta porque se trata de decir a la gente: “Como tú. Me pasa esto a mí, pero a ti también”. Y a partir de ahí, cuando conectas con la gente es por qué se dan codacitos, se dicen “oye, esto también me paso a mí”. Y a partir de ahí, nos reímos un poquito de la vida. De aquellas cosas que tenemos enfrente, pero que no le echamos cuenta.

Uno empieza a hacer reír, y la gente se piensa que siempre tiene que ser así. ¿Es difícil en tu vida que la gente entienda que no estás trabajando todo el rato?

Te voy a contar una anécdota de La Palma. Pasé por el control de seguridad. La chica que estaba allí controlando, me dijo una cosa que me impactó y me hizo pensar: “Qué envidia, que feliz eres”. Y me hizo pensar bastante, porque es mentira,.

¿No eres feliz?

Sí, pero no todo el rato. Últimamente, trabajo mucho con mi psicólogo y con mi pareja las expectativas. Mantener esa expectativa constante es agotador, y con la edad vas tomando cartas en el asunto de decir a la gente, “hoy tengo problemas y déjame con mis problemas, te prometo que cuando entre a trabajar, yo intento quitarte los tuyos durante una horita y media, pero es imposible mantener esa expectativa”.

¿Es difícil cuando hay gente en la primera o segunda fila que no se ríe?

Es horrible, pero uno va aprendiendo. Como cualquier profesión, fontanero, médico, vas cogiendo

tablas y vas viendo cosas que tienes que lidiar con ella y aún hoy todavía, después de 20 años, hay gente que está porque le ha comprado la entrada, la mujer o el marido, está obligado a estar y lo estás viendo todo el rato, que intenta desaparecer.

¿Eras tú el gracioso de la clase?

Sí, yo era el simpático, pero fíjate, que más por algo innato. Yo creo que lo hice por supervivencia. Estaba en un ambiente en clase, que para que no me quitaran el bocadillo, no me hicieran bullying, utilicé la herramienta del humor. Y cuando funcionó, dije: “Esto para adelante”. Y aquí me tienes con 40 años. A día de hoy sigo intentando aceptarme a base de humor y usar esa pastilla que es la risa y el humor en el día a día.

SUSTITUIR A MANOLO VIEIRA EN FIN DE AÑO

¿Sustituir a Manolo Vieira en la gala de fin de año pudo ser un momento especialmente intenso dentro de tu carrera, fue tu culmen?

Si y fue de una intensidad de muchos meses, de aceptar esa decisión y decir que sí. Te confieso que dije que no en un primer momento, porque me aterraba que alguien pensara que quería sustituir a alguien irremplazable. Y segundo esa presión de estar a la altura. Todo eso implica un proceso personal que no fue nada fácil.

Sentiste miedo, ¿cómo sales a un escenario a hacer reír, cuando por dentro sientes miedo?

Muchísimo. Afortunadamente, cuando se encienden las luces y se escucha la primera carcajada, yo me suelo relajar y me meto en esa "burbujita" que me salva. La gente me dice: “Oye Kike, voy a verte actuar y es que es terapia para mí o me cambiaste el día”, pero lo que no saben es que cuando tengo malos días, el trabajar también es terapia.

Ser padre, ¿te mejora el humor o te lo empeora?

Tengo tanta suerte... No se qué pasará en el futuro. Los padres que son más veteranos que yo dicen que las cosas cambian, pero de momento llevo 8 años de convencimiento absoluto y Gabriela es de estas niñas que hacen que te apetezca tener otro.

Ser padre te abre a otras perspectivas, ¿ves otras cosas para conectar con el público?

Totalmente y te renueva un montón de aspectos de la vida que tenías olvidado. Y Gabriela es una fuente de inspiración desde que nació hasta el día de hoy. Creo que, desde Gabriela está en el mundo, no ha habido show que no la cite y cuente alguna anécdota. Yo creo que los niños vienen a resetearnos y a darnos un nueva versión de nosotros mismos.

LA ANÉCDOTA DEL HOMBRE QUE NO SE REÍA

Claro, son muchos años de carrera y anécdotas, como ¿la de la persona que no se reía?

Esa historia la sigo escuchando y se me ponen los pelos de punta. Casi empezando, había en primera fila alguien que no reía. Y al principio, intentaba hablar con esa gente. Cuando acababa el show, los buscaba y les pedía explicaciones para aprender. Y también está esa parte de autocensura de decir: “Le habré dicho algo que no le gustó”. Y este chico me cambió el paso, lo que me dijo fue que tenía que pedirme perdón porque era incapaz de reír.

 Me contó que era la primera vez que salía de su casa desde que había fallecido su mujer. El aprendizaje que me dio eso fue que cuando estamos tristes, nos impedimos reír y yo creo que tiene que ser lo contrario. Muchas veces cuando estamos tristes si nos reímos, parece que hemos dejado atrás la tristeza o el luto y le hemos faltado el respeto a alguien. Y realmente no, podemos reír, y después seguir tristes, se puede hacer eso.

¿Y qué te pasó 11 años después?

Pues a los 11 años apareció un chico que no sabía quién era y me reventó el show, todo el día riéndose, todo el rato diciendo que era muy bueno. Y entonces, después me fui a pedirle explicaciones y me dijo: “Mira, Kike este es el niño que tenía 4 meses cuando te fui a ver y no podía reírme y ahora tengo otro de 4 años”. Y entonces entendí perfectamente que, once años después, me reventó el show con toda la razón del mundo porque ahora ya se podía reír. Me reventó el show, pero luego, cuando supe la realidad, le dije: “Bien reventado está, olvidemos este show, este show es para ti solo”.

¿Cuánto de verdad hay en las anécdotas que cuentas?

Pues prácticamente todo, otra cosa es que sean mías o cogidas de otra gente y las haga mías. Pero yo vivo de mis anécdotas, salir a la calle, vivo las cosas, recojo todos los momentos posibles y, a partir de ahí, construyo anécdotas o historias que me parecen divertidas y le doy la vuelta a la realidad.

¿Qué pasó con tres chicas que un día fueron al show y una de ellas destacaba por su “personalidad”?

Una de las cosas bonitas de mi carrera es que nunca sabes a quién le disparas. Con el paso del tiempo te vas reformando un poco, porque al principio era más descarado. Me estuve metiendo con ella todo el rato. Y cuando terminó el show, su hermana vino a hablar conmigo y me dijo: “Gracias por meterte con los pechos de mi hermana, porque hemos venido a verte para celebrar que un cáncer no se ha llevado uno de ellos”. Yo esperaba la cachetada y me llevé un beso precioso, que es la historia de esta chica.

PREPARANDO UN RÉCORD GUINNESS

¿Y ahora qué proyectos tienes en el horizonte?

Uno tiene que ver con la radio. Tú sabes que ahora todo el mundo tiene un podcast. Estamos embarcándonos en una aventura que ya tenemos medio trabajada y es que vamos a intentar hacer el podcast más largo del mundo, un Récord Guinness. Lo vamos a hacer en septiembre. Ahora mismo lo tienen unos venezolanos que emitieron durante 41 horas seguidas sin parar en streaming. Estoy caminando con el show también y con un montón de cositas que no me dejan parar, como el libro, que me ha vuelto medio escritor.

Voy a terminar con la pregunta que nunca te hacen, ¿qué tal estás?

Qué bueno, me emociona mucho. Fíjate qué cosa tan sencilla y de verdad que a uno le “añurga”, porque no me lo preguntan nunca. Estoy bien. No he pasado mi mejor año emocional, pero estoy bien, afortunadamente, intentando evitar lo que llaman la velocidad de crucero, intentando centrarme en mis emociones. Como me decía la de seguridad, intentando ser feliz.

Temas relacionados

Programas

Último boletín

05:00H | 29 JUN 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking