El Restaurante Embarcadero se reforma para abrir en junio

A partir del próximo lunes 11 de mayo los bares, restaurantes y cafeterías podrían abrir el 50% de sus terrazas si el Gobierno de España autoriza que Canarias pase a la Fase 1 de la desescalada de las medidas del confinamiento. La Gomera, El Hierro y La Graciosa llevan desde el 4 de mayo en esta fase dada la evolución del virus en estos territorios y, el resto de islas esperan poder incorporarse a esta fase la próxima semana.

Sin embargo, algunos empresarios han decidido emplear el tiempo que permanecen cerrados los locales para realizar reformas. Es el caso del Restaurante Embarcadero, en Las Palmas de Gran Canaria. Rafael Bueno, copropietario y chef del restaurante, asegura que esperarán hasta el mes de junio para abrir sus puertas y así tener el local totalmente renovado.

Según Bueno, han ampliado la cocina para que los cocineros puedan trabajar más cómodos y también han creado nuevos apartados en el restaurante. Todavía no han finalizado la obra, ya que, según Bueno, la cocina viene de Francia y los traslados se están retrasando debido al estado de alarma, pero esperan tener el resultado preparado para el próximo mes.

El copropietario del restaurante señala que prefieren esperar unas semanas más para abrir sus puertas, ya que no cree que vaya a existir una demanda alta de los servicios de restauración por parte de la población al principio de la desescalada. “Ahora estamos aprovechando para hacer reformas, independientemente de poder abrir el lunes vamos a esperar un poco más”, apuntaba.

Desde El Embarcadero también están aprovechando este tiempo cerrados para estudiar los protocolos que se deben aplicar a causa del coronavirus cuando reabran el local. Se entrará en una “nueva normalidad” que estará muy relacionada con la higiene, la distancia social y los productos desechables cuando los territorios pasen por todas las fases de desescalada.

Rafael Bueno espera que de aquí a dentro de un mes, cuando esperan reabrir el restaurante, se haya ampliado el espacio que puedan utilizar los clientes. De forma que, todos aquellos que lo deseen puedan disfrutar del famoso cherne que preparan en el Embarcadero con mimo y poca elaboración, ya que, según el chef y copropietario, “el secreto está en trabajar con productos de calidad, tocarlo lo menos posible y no pasarse del punto de cocción”.