Así te narramos la derrota de Unicaja ante La Laguna Tenerife (95-79)

La Laguna Tenerife se impuso sin ningún tipo de problemas a un pobre Unicaja que, excepto en los primeros 5 minutos, siempre fue por delante en el marcador. Lo más preocupante para el equipo malagueño es que no hizo gala de su señas de identidad y no pudo competir el partido hasta el final.  

El equipo local sí que lució su ADN y con la pareja Huertas - Shermadini dominó a su antojo a Unicaja que hacía aguas en defensa. Solo Tyson Pérez y Balcerowski eran capaces de inquietar al rival. Del resto nada se supo, Duarte y Castañeda siguen lejos de lo que se espera de ellos y lo más sorprendente, Perry tampoco apareció durante el partido.  

Las lesiones tampoco ayudaron a Unicaja que ya contaba con las bajas de Djedovic y Sulejmanovic. Tampoco jugó Tillie con problemas en el tobillo, para más inri, Kravish se torció el tobillo poco antes del descanso y ya no volvió a la pista. 

dudas generalizadas

Esta derrota llega en un momento delicado y enciende ciertas alarmas, no tanto por el resultado en sí, sino por la forma en que se produjo. El equipo venía de competir de tú a tú contra el Barça, mostrando una imagen aguerrida a pesar de la derrota, pero en Tenerife se vio una versión completamente desconocida y apática. Esta falta de consistencia es lo que más preocupa al cuerpo técnico de Ibon Navarro, que ve cómo su equipo ha perdido en apenas unos días la solidez defensiva que lo había convertido en uno de los rivales más temibles de la competición.

El partido en La Laguna evidenció una desconexión generalizada. La dependencia del acierto de figuras concretas se hizo palpable y, cuando estas no aparecen, el equipo sufre para encontrar vías de anotación alternativas. La defensa, principal seña de identidad del Unicaja de Ibon Navarro, hizo aguas por todas partes, concediendo canastas fáciles y sin mostrar la agresividad necesaria para frenar el talento de la pareja Huertas-Shermadini. Este encuentro debe servir como un serio punto de inflexión para corregir errores y recuperar el espíritu colectivo que tan buenos resultados ha dado.

El problema de las lesiones se agrava y se convierte en un factor determinante. La baja de Kravish durante el partido fue la puntilla para un equipo ya mermado. Sin Djedovic, uno de sus mejores defensores exteriores, ni la versatilidad de Sulejmanovic o Tillie en la pintura, la rotación de Unicaja queda muy tocada. La plaga de lesiones pone a prueba la profundidad del banquillo cajista y obliga a Ibon Navarro a buscar soluciones de emergencia para afrontar un calendario exigente que no da tregua, con compromisos tanto en la Liga Endesa como en la Basketball Champions League.