“Cuando dejamos de sudar, algo va mal”: cómo detectar un golpe de calor a tiempo
Un médico nos explica las señales de alerta ante un golpe de calor y ofrece consejos clave para prevenir sus efectos más graves

Gran Canaria - Publicado el
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Con el aumento de las temperaturas en Gran Canaria, las autoridades sanitarias vuelven a recordar la importancia de protegerse frente al calor extremo. Las consecuencias de un golpe de calor pueden ser mucho más graves de lo que solemos pensar, ha advertido Ana Joyanes, médica de familia en Herrera en COPE Gran Canaria.
¿Cómo saber si estamos sufriendo un golpe de calor?
No siempre es fácil identificar los síntomas, y muchas veces es el entorno el que se da cuenta antes que la propia persona afectada. Joyanes explica que uno de los signos más evidentes es dejar de sudar, incluso cuando sentimos mucho calor.
“La piel está muy seca porque no podemos llegar a romper a sudar. Podemos empezar a sentir palpitaciones, que la respiración se hace más rápida porque estamos intentando soltar esas calorías que nos sobran”, señala la doctora.
“La piel está muy seca porque no podemos llegar a romper a sudar. Podemos empezar a sentir palpitaciones
Otros síntomas pueden ser mareos, dolor de cabeza muy intenso o confusión mental. En estos casos, actuar rápido es fundamental para evitar consecuencias mayores.
Evitar las horas críticas y no hacer ejercicio
Las recomendaciones básicas pasan por no exponerse al sol entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde, buscar siempre zonas con sombra o aire acondicionado y no realizar esfuerzos físicos en exteriores durante esas franjas.
El golpe de calor es especialmente peligroso en personas mayores, niños y pacientes con enfermedades crónicas, ya que su sistema de regulación térmica es más vulnerable. El agua, clave para sobrevivir al calor
Pero si hay una medida que puede marcar la diferencia es la correcta hidratación. Joyanes insiste en la importancia de beber agua incluso aunque no tengamos sed.
“Esto es muy importante. Las personas mayores, a medida que van cumpliendo años, y sobre todo también los niños, no notan la necesidad de beber. Entonces hay que beber agua aunque no tengamos ganas”, subraya.
Las personas mayores, a medida que van cumpliendo años, y sobre todo también los niños, no notan la necesidad de beber
Y lanza una advertencia: no todas las bebidas ayudan. El café, el té, los refrescos o la coca-cola pueden provocar el efecto contrario, ya que son diuréticos y favorecen la pérdida de líquidos.