“Bajar a la calle es una odisea”: Toñi, la vecina de Las Chumberas que vive en un octavo sin ascensor
Con movilidad reducida y un tacataca, cada salida de casa es un sufrimiento que puede durar hasta 20 minutos

Mujer con tacata
Gran Canaria - Publicado el
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En el barrio de Las Chumberas, en Las Palmas de Gran Canaria, vive Toñi junto a su hija Anaís y su marido. Su vivienda está oficialmente en una cuarta planta, pero la estructura del edificio —con tramos de escaleras dobles— la convierte en la práctica en un octavo piso sin ascensor. Un problema que se agrava por la movilidad reducida de Toñi, que solo puede desplazarse con ayuda de un tacataca. “Mi marido suele ponerse delante por si me mareo. Me agarro de la barandilla, el tacataca lo tengo abajo y voy muy despacito. Si me encuentro mal, me siento en la escalera. Bajo en quince o veinte minutos”, ha contado en Herrera COPE Gran Canaria.
Mi marido suele ponerse delante por si me mareo. Me agarro de la barandilla, el tacataca lo tengo abajo y voy muy despacito
Hace 20 años, cuando compraron el piso del que aún les quedan 10 años de hipoteca nunca imaginaron que se enfrentarían a esta situación.
DIFICULTADES INCLUSO PARA LA COMPRA
La falta de ascensor no solo condiciona sus salidas. También complica tareas básicas, como hacer la compra. Toñi no puede subir peso y, muchas veces, depende de que se lo suban desde el supermercado o de que su hija baje y suba bolsas. “Ella no puede subir mucho peso. A veces se lo suben en el centro comercial o se lo ponen en el coche, y yo me encargo de llevar las compras a casa”, cuenta Anaís. Trabajadores sociales intentan coordinar ayuda para que puedan subirles la compra y apoyarla en las tareas domésticas.

Interior edificio
La situación de Toñi no es aislada: decenas de vecinos del barrio se encuentran en la misma situación. Hace algunos años, un político visitó la zona y habló de posibles ayudas para instalar ascensores. Incluso les aseguraron que, por la antigüedad del edificio, era posible. Pero, según Anaís, “ahí se quedó” todo.
“Ella no puede subir mucho peso. A veces se lo suben en el centro comercial o se lo ponen en el coche, y yo me encargo de llevar las compras a casa”
UN ASCENSOR EXTERIOR COMO ÚNICA SOLUCIÓN

Fachada del bloque de las Chumberas
La estructura del edificio impide instalar un ascensor interior, por lo que la única opción viable sería construirlo por fuera. Toñi ve factible esta obra, ya que en otros barrios de la ciudad se han hecho proyectos similares.
Eso sí, asegura que no venderá su casa:“Ha sido nuestro primer hogar y aquí tenemos todo. Vender no es la solución, porque otra persona viviría lo mismo”, afirma. Por ahora, la familia sigue esperando una respuesta que les permita vivir con dignidad… y bajar las escaleras sin que cada peldaño sea una barrera.