Mascarillas de manufactura artesanal y, en algunos casos, con agujeros perfectamente visibles, es el sorprendente material de protección que han recibido los trabajadores de los Juzgados de Avilés para hacer frente a la pandemia. Y no es un problema aislado. Según denuncian desde el sindicato USO, el personal de justicia, que esta semana ha comenzado a reincorporarse a sus puestos con el paso de Asturias a la Fase 1, no cuenta con las medidas de protección necesarias para hacerlo. Carmen Peláez, delegada del Sindicato Profesional de Justicia de USO, contaba en COPE que faltan mascarillas, geles desinfectantes, mamparas de seguridad o una señalización adecuada para ordenar la circulación de las personas que acudan a las dependencias judiciales manteniendo las distancias de seguridad.

Tras las quejas de los trabajadores, la consejera de presidencia, Rita Camblor, reconocía que se han repartido unas mascarillas defectuosas en los juzgados de Avilés, anunciando que “se van a devolver y se hará un nuevo pedido”. Niega que sea un problema generalizado y asegura que ya están distribuyendo en todas las sedes judiciales geles, mascarillas, guantes y mamparas protectoras, además de realizar limpiezas "exhaustivas".

Camblor insiste que se irá dotando a los Juzgados del material a medida que el personal se vaya incorporando aunque, subraya, “mientras no sea obligatorio el uso de mascarillas”, sólo se proporcionarán a aquellos puestos de trabajo donde no se pueda mantener la distancia de seguridad de dos metros.

VUELTA A LA ACTIVIDAD

Además de los funcionarios de justicia, el resto del personal de la Administración del Principado, organismos y entes públicos, también comenzará a incorporarse a sus puestos de trabajo en los próximos días. Según ha explicado la Consejera de Presidencia, la incorporación será progresiva, coincidiendo con las fases previstas de la desescalada. Además se flexibilizarán las jornadas de trabajo y se reorganizarán turnos para evitar aglomeraciones en los centros. Igualmente, se promoverá el teletrabajo cuando sea posible.

Las tareas laborales deberán planificarse para mantener la distancia mínima de seguridad de dos metros, y para la atención presencial se implantará un sistema de cita previa, así como barreras físicas, promoviendo la digitalización.

Serán prioritarias las reuniones telemáticas y se suspenderán los viajes de trabajo que se puedan resolver por vía telefónica o videoconferencia.