Salvamento Marítimo no ha podido balizar, este lunes, los cuatro contenedores localizados a la deriva en el Cantábrico, frente a la costa de Asturias. Son los perdidos, este fin de semana, por el buque Lola B, que realizaba la ruta entre País Vasco y Galicia, adonde ha llegado sin 13 contenedores.

El mal tiempo está complicando la labor de los efectivos del Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos de Gijón que, tras localizar cuatro contenedores (tres de ellos semihundidos), pensaban balizarlos en este inicio de semana, aunque sin llegar a recuperarlos. Para esa labor, han intervenido, en las últimas horas, medios aéreos, como el avión Sasemar 102, con base en Santiago de Compostela.

Según ha podido saber COPE, la intención de Salvamento Marítimo era que el helicóptero Helimer pudiese colocar una boya.

Peligro para los pescadores

Los contenedores perdidos por el Lola B, de bandera portuguesa, no suponen un riesgo ambiental, ya que en su interior solo había efectos personales, papel y comida. Lo más preocupante es la afectación que pueda tener a la flota asturiana, ya que la pérdida afecta a toda la costa oriental asturiana, desde Llanes hasta el Cabo Peñas.

Los pescadores tienen que faenar extremando las precauciones. Según ha explicado en COPE el patrón mayor de la Cofradía Virgen de la Soledad de Gijón, Jorge Álvarez Medina, afecta a todos los barcos, aunque sobre todo a los arrastreros, palangreros o de cerco, que trabajan por fuera de las aguas costeras.

"El contenedor va a ras de agua, es como si fuese una tabla de madera; y si no lo ves, lo puedes embestir y es un daño importante, aunque depende de la embarcación y los nudos", asegura.