El plátano es una de las frutas más comunes en nuestra cocina. Además, tiene numerosas propiedades. Su alto contenido en potasio es uno de sus beneficios más conocidos; pero, además, es fuente de magnesio y fósforo. Además de estos minerales, el plátano destaca por la presencia de ácido fólico, vitamina C y vitamina B6.

El plátano es, también, rico en fibra, por lo que ayuda al tránsito intestinal. Cuanto más verde (menos maduro) esté, máyor contenido de fibra tendrá; por lo que se recomienda para cortar las diarreas. Además, tiene fructo-oligosacáridos que no solo ayudan en el tránsito, sino que generan sustancias que benefician al sistema inmune.

Plátano para los deportistas

Es habitual que los deportistas coman un plátano antes, durante o después de una sesión de entrenamiento o de competición. La combinación de los minerales presentes en esta fruta (potasio, magnesio y fósforo) favorece la recuperación muscular. En concreto, el potasio beneficia a la presión arterial y la actividad muscular.

Pero todos estos beneficios pierden eficacia si cometemos un error muy común: quitar las hebras del plátano. Este acto puede ser fatal para nuestra dieta porque estos filamentos son los floemas: los encargados de repartir los nutrientes en el plátano. Así, las hebras tienen mucha más fibra que el resto del plátano: la pectina, que refuerza la salud intestinal.