Cuando TVE estrenó 'Los mundos de Yupi', Carolina López había soplado tres velas. Aquella serie infantil a la hora de la merienda tenía como protagonista un marcianito de color naranja que llegaba a la tierra desde un planeta imaginario y que estaba al margen de la realidad porque vivía en otra dimensión. Así, como el muñeco que le alegraba las tardes en su Tineo natal, es como ella ve ahora a quién ha ocupado en la última legislatura el cargo por el que va a pelear en las urnas. La candidata de VOX a la presidencia del Principado afronta el reto con la fuerza que le da su familia. Sus padres son hosteleros. Desde bien pequeña se puso detrás de la barra para echar una mano a los suyos que empezaron con varios locales en Tineo y ahora regentan una pulpería y un restaurante en Oviedo. De aquellos años sirviendo café sacó la capacidad que tiene para escuchar, hablar y atender a la gente.

Quienes la conocen, definen a la candidata de VOX como una mujer sencilla, humilde, cariñosa y muy familiar. Son los pilares en los que se asienta la joven que estudió un grado superior de Delineación en el Instituto Doctor Fleming de Oviedo, que después se marchó a Zamora para estudiar Arquitectura Técnica (aparejadora) y que decidió diseñar un futuro que poco tenía que ver con los negocios familiares. Aunque profesionalmente no siguió la estela más próxima, la conexión con los suyos es permanente. Lleva a sus abuelos maternos en el corazón y también en el cuello, en una medallita donde están grabados sus rostros. En su recuerdo se hizo un tatuaje en el brazo de la Cruz de la Victoria.

La nieta de Celia y Antón, con los que vivió durante años en Ansarás, tiene 38 años. Hace cuatro debutó en la política como concejal en el Ayuntamiento tinetense y ha demostrado, en no pocas ocasiones, que no le falta contundencia y decisión para defender aquello en lo que cree.

Carolina se siente tan orgullosa de sus raíces como de la Asturias a la que quiere dar la vuelta como si fuera un calcetín. Y lo quiere hacer bajo el color verde de VOX porque “es el verde de la esperanza”. No quiere que el futuro de los jóvenes esté más allá de Pajares y desea “como nieta orgullosa de sus abuelos” que los mayores tengan una vida digna y estén bien atendidos. Se declara defensora de los autónomos que, como sus padres o ella misma en su trabajo de comercial, luchan todos los días para sacar adelante sus negocios y se ven “asfixiados por los impuestos”. Sus orígenes también le han marcado un fuerte compromiso con el medio rural y con los ganaderos porque son “imprescindibles” en el Paraíso Natural.

Con esas metas, se prepara ahora para ocupar un escaño en la Junta General del Principado y ampliar la representación del partido que lidera Santiago Abascal que hace cuatro años consiguió dos diputados.