Así trata de localizar la Policía las partes desmembradas del cadáver hallado en La Felguera
Los agentes han ampliado la zona de búsqueda para localizar los restos humanos que faltan del casero asesinado por su inquilino
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EFE/Eloy Alonso
Foto: EFE/Eloy AlonsoOviedo
Tiempo de lectura: 2'Actualizado 12:52
El barrio de Villar en la Felguera, en el concejo de Langreo, sigue conmocionado por el atroz crimen ocurrido en el número 30 de la calle Joaquín Costa. En esa vivienda residía Santos Conrado, de 71 años, que hace poco más de dos meses alquiló una habitación por cien euros a Javier, de 58 años. Los vecinos cuentan que tenían problemas de convivencia, que las disputas entre ellos eran frecuentes y que en esa casa trapicheaban con droga. Lo que no llegaron nunca a imaginar es que el inquilino fuera capaz de matar a su casero, descuartizar el cuerpo, repartirlo en bolsas de basura y tirarlo por los alrededores del lugar donde habían compartido techo.
La Policía investiga el hallazgo de restos humanos en La Felguera, en Asturias.EFE/ Eloy Alonso
Faltan partes del cuerpo por localizar
El presunto asesino no intentó huir tras desmembrar el cuerpo y deshacerse de los restos. Dos piernas fueron encontradas en una huerta cercana. El torso fue hallado entre la maleza. La cabeza también ha sido localizada pero aún faltan partes del cadáver que no han sido recuperadas. La Policía Nacional ha ampliado la zona de búsqueda y está utilizando drones para tratar de encontrar esos restos humanos. A la búsqueda también se han sumado perros adiestrados llegados desde Madrid, según ha podido saber COPE.
Reconstrucción del crimen
El inquilino que supuestamente ha matado a su casero fue detenido el pasado sábado. Al día siguiente, el domingo, volvió al lugar del crimen junto a la Policía Nacional que trata de reconstruir los hechos y buscar pruebas.
Un cordón policial impide el acceso a la finca de la localidad de La Felguera, donde fueron hallados restos humanos.EFE/ Paco Paredes
Los agentes estuvieron en la casa durante más de una hora. El acusado llevaba tapada la cabeza con la capucha de su abrigo, pero fue reconocido por los vecinos por las dos muletas en las que se apoya para caminar. La víctima también tenía problemas de movilidad y necesitaba una bombona de oxígeno con la que salía a pasear junto a sus perros.
Está previsto que el presunto agresor pase este martes a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Langreo, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA).
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