¿Lo sabes todo de la Semana Santa? Seguro que no. ¿Sabes que existe la figura en las cofradías que viste a los santos que vemos desfilar por las calles? Recibe el nombre de vestidora de Santos.

Ella es Patricia Frechilla y es la encargada de vestir a la Virgen de la Amargura. Adaptan su vestimenta según la liturgia, lo hacen en silencio, cuando ya no queden feligreses... casi en la clandestinidad. Para Patricia, "es un momento muy íntimo, hay una conexión". En realidad, le surge la duda de quién encontró a quién.

Además, es colaborada de la Junta de Hermandades de Cofradías de Oviedo y pertenece a la Cofradía del Santo Entierro Fiscal.

Su labor está alejada de la mirada de los cofrades, de las cámaras y de todos los devotos, solo unos pocos privilegiados, elegidos por las propias Cofradías, pueden vivir este momento.

Su creatividad se pone en marcha mucho antes de la Semana Santa. “Está trabajando todo el año, vas mirando telas, hablas con modistas que te puedan orientar y cuando parece que ya lo tienes cambias de idea y vuelves a empezar”, confiesa Paloma.

Paloma, esa persona que viste a la Virgen, tiene una visión especial para crear volúmenes de forma equilibrada. Además, posee un buen sentido del gusto para armonizar los tejidos y los colores, dotes que son necesaria para llevar a cabo esta importante tarea.

“No trabajamos con un vestido, todo viene por piezas, es decir, tienes que ir poniendo las mangas, la falda, el corpiño, es un trabajo muy delicado”, reconoce la vestidora.

El vestidor de Santos es la persona que se ocupa de vestir a la Virgen. La labor se realiza en una habitación cerrada a la que muy pocos tienen acceso. Esta misión, que muchos desean y pocos logran, complementa la labor de un escultor, entonces podemos entender que su delicadeza, gusto y sentido de la armonía ha de ser cercana a la de un artista.

Habitualmente esta tarea se realiza en compañía de otra persona que ayuda a mantener a punto la indumentaria.

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