Corría el año 1967 y Gijón inauguraba una nueva fábrica. Era de la compañía Flex, que acababa de revolucionar el mercado del descanso, lanzando el primer colchón acolchado, sustituto de los tradicionales con 'moras'. En la fábrica de 11.000 metros cuadrados situada en La Calzada, en la antigua Gran Vía a El Musel -hoy avenida Príncipe de Asturias-, iba a fabricar 600 colchones al día, con una plantilla de 200 trabajadores. La actividad se mantuvo durante más de tres décadas; pero con la llegada del nuevo milenio, en el año 2000, la fábrica cerró y la actividad se trasladó a la factoría de Bilbao.

Desde entonces, el equipamiento ha ido deteriorándose hasta acabar completamente abandonado. "Se ha convertido en un foco insalubre, en una especie de vertedero y sin ningún tipo de mantenimiento, por lo que también es un foco de peligrosidad y en el último temporal, hubo hasta desprendimiento de cascotes", ha explicado el portavoz de los vecinos de La Calzada, Carlos Arias.

Derribo de la nave

Por eso, los vecinos consideran "una buena noticia" que el Ayuntamiento de Gijón haya anunciado que va a iniciar el procedimiento para la demolición de la nave. El portavoz municipal, Jesús Martínez Salvador, ha reconocido que les "preocupa" la situación de la antigua fábrica de colchones y los terrenos colindantes y ha explicado que ya han requerido a los propietarios que limpien la parcela.

Ante la ausencia de respuesta, y tras una reunión con los vecinos del entorno, el gobierno local ha acordado "iniciar los trámites para que se acometa la demolición" y "si la propiedad no atiende a nuestros requerimientos, lo haremos nosotros a través de una autorización judicial, ha explicado Martínez Salvador, ya que "no podemos asumir ningún riesgo", ha asegurado el también concejal de Urbanismo.