El Real Oviedo de Ziganda ha encontrado el camino. Y los azules van lanzados en la senda de las victorias. Con la conseguida en Zaragoza son ya tres consecutivas. Nueve puntos de nueve que permiten enterrar el discurso de las sensaciones para asentar el de los hechos, el de los puntos, el de la clasificación. Este viernes, el Real Oviedo ha dormido octavo en la tabla.

Los carbayones, estrenando en partido oficial la camiseta 'sacavera', volvieron a ser un equipo fiable sobre el césped de La Romareda. Durante los primeros minutos metieron a un timorato Zaragoza en su campo, pese a que la posesión era más favorable al conjunto maño. Eso sí, un nuevo fallo defensivo en una acción a balón parado hacía recordar viejos males que acechaban a los azules semanas atrás. Christian se marcó el gol en su portería.

En los últimos suspiros de la primera parte, el cabezazo de Borja, tras un saque de esquina -y con la inestimable colaboración del portero Álvaro Ratón-, hacía presagiar un mejor horizonte para la segunda mitad. Tras el descanso, se vieron los mejores minutos azules. Nada más comenzar, siguieron llegando las ocasiones. Por fin Blanco Leschuk pudo estrenarse como goleador azul tras una buena jugada colectiva. La eficacia goleadora del equipo oviedista se ha visto impulsada en los últimos tres encuentros. Son ocho las dianas a favor.

En los minutos finales, con el Zaragoza con uno menos, el Real Oviedo se replegó y no ofreció su mejor versión, algo que tampoco le gustó a Ziganda. Tirando de oficio, eso sí, llegó la victoria. La tercera consecutiva. El club azul se aúpa en la tabla con 16 puntos y afrontará un fin de semana tranquilo y feliz antes de medirse, el próximo sábado, al Fuenlabrada. Este Oviedo va muy en serio.