El Real Oviedo tendrá que esperar a la última jornada para saber si jugará o no el playoff de ascenso a Primera División. Los carbayones cumpleron su parte, pero la victoria del Sporting frente al Eibar frenó la fiesta azul, que tendrá que salir a ganar en Ipurúa.

Luis Carrión apostó por el mismo once que en Barcelona frente al Espanyol. Con Santi Cazorla de nuevo como titular en el centro del campo acompañando a Jaime Seoane y Santiago Colombatto.

El Andorra, sin complejos

La primera mitad, a los puntos, fue del Andorra. El conjunto de Ferrán Costa tuvo más el balón en los primeros 45 mintos que el Oviedo, que no encontraba su sitio en el partido. Julen Lobete tuvo la opción más clara de la primera parte con un remate raso, cruzado, que se perdió por pocos centímetros a la derecha del poste de Leo Román.

La mejor ocasión del Oviedo la tuvo Borja Sánchez, con un gran giro dentro del área y un remate que se fue cerca de la meta de Nico Ratti. Santi Cazorla se tuvo que retirar lesionado, visiblemente afectado, ante la ovación del Tartiere. Paulino entró en su lugar.

Fiesta interrumpida

La segunda mitad fue del Oviedo. El gol de Masca nada más comenzar la segunda mitad, con un gran derechazo colocado a la escuadra, abrió a un Andorra que comenzó a dejar espacios atrás y lo pagó.

Paulino sentenció con un doblete, pero cuando el Tartiere era una fiesta llegó el jarro de agua fría para el oviedismo: Víctor Campuzano marcaba para el Sporting en El Molinón y los rojiblancos llegaban con vida a la última fecha.

El Oviedo tendrá que ganar al Eibar para asegurarse el playoff de ascenso. Si no gana, Racing de Santander o Sporting deberán pinchar para que los azules entren en el playoff.