El 'suplicio' de las piernas inquietas: la enfermedad neurológica que impide dormir y descansar
Este trastorno provoca una necesidad irrefrenable de mover las extremidades, especialmente durante la noche, afectando gravemente la calidad de vida de quien lo sufre

Entrevista Puri Titos, síndrome Piernas Inquietas
Zaragoza - Publicado el
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La Enfermedad de Willis-Ekbom, más conocida como síndrome de las piernas inquietas (SPI), es un trastorno neurológico que provoca una necesidad urgente de mover las piernas, sobre todo en momentos de reposo. Así lo ha explicado la presidenta de la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI), Purificación Titos, en declaraciones a Mediodía COPE, donde ha arrojado luz sobre una patología a menudo infradiagnosticada.
Síntomas que aparecen con el reposo
Quienes padecen esta enfermedad experimentan sensaciones como "pinchazos, tensión u hormigueo" en las piernas que solo se alivian con el movimiento. Estos síntomas se agravan por la tarde o la noche, justo en los momentos destinados al descanso. Tal como explica Titos, "solamente caminando, moviéndonos, es como se atenúan esos síntomas que son insoportables".
Solamente caminando, moviéndonos, es como se atenúan esos síntomas que son insoportables"
Presidenta de AESPI
Esta situación convierte el acto de descansar en "un suplicio", especialmente para las personas sin diagnosticar. Las crisis nocturnas obligan a los afectados a levantarse y caminar repetidamente, impidiendo conciliar el sueño a veces hasta las cinco o seis de la mañana, lo que genera un agotamiento extremo con graves consecuencias en todos los aspectos de su vida.
La importancia del diagnóstico y el tratamiento
Recientemente, se ha puesto el foco en el tratamiento con suplementos de hierro, ya que muchos pacientes presentan niveles bajos de ferritina. En algunos casos, la administración de hierro oral o intravenoso mejora los síntomas. Si no es suficiente, se recurre a tratamientos dopaminérgicos o fármacos como la gabapentina y la pregabalina.
La clave, según Titos, es dar con el médico apropiado, que suele ser el neurólogo o el neurofisiólogo, para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados. Cuando esto sucede, la mejora es tan significativa que, en palabras de la presidenta de AESPI, "la vida le cambia radicalmente".
La vida le cambia radicalmente"
Presidenta de AESPI
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