Increíble pero cierto. Hasta siete trabajadores del Hospital Miguel Servet de Zaragoza han sido propuestos para sanción por participar en una fiesta privada en una de las habitaciones del centro sanitario. Además, otra trabajadora más ha sido también propuesta por no cooperar y colaborar con los agentes de la Policía Nacional encargados de comprobar si se estaba celebrando una reunión en estas instalaciones.

Todo comenzó alredor de las 02.45 de la madrugada. Una patrulla de la Policía Nacional circulaba por Fernando El Católico cuando, al pasar a la altura del Hospital Miguel Servet, vio luces en una de las ventanas del centro. Luces de colores, además, como si hubiera funcionando una bola de discoteca... Tras entrar y preguntar en recepción, subieron hasta esa planta.

En un primer momento, un trabajador de la planta en cuestión les indicó a los agentes que la habitación estaba cerrada. Sin embargo, estos constataron que no era así y que, lejos de estar en calma, ensu su interior había varias botellas de alcohol y latas. No obstante, una cosa era cierta: la habitación estaba vacía de personas. Aunque había signos de que alguien se había reunido en dicha estancia.

El caso es que fue dentro de la misma cuando, en la habitación contigua, los agentes escucharon voces. Y efectivamente, al acceder a la misma fue donde localizaron a los siete residentes que estaban formando parte de esta peculiar fiesta.

Todos ellos han sido propuestos para sanción administrativa. Además, también la persona que no quiso colaborar, en un primer momento, con los agentes de la Policía Nacional y que les indicó que esa habitación estaba cerrada y vacía. Una noticia, cuando menos, significativa, y que sorprende dadas las circunstancias en las que nos encontramos actualmente.

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