¿Qué hacía una mujer de 67 años de Zaragoza con los cascos de moto que robaba?
La detenida había sustraído también diversos ordenadores portátiles, videoconsolas y auriculares de diversas tiendas, valorados en 32.000 euros

Estos fueron los artículos sustraídos por esta mujer sexagenaria en Zaragoza.
Zaragoza - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Una mujer de 67 años ha sido detenida en Zaragoza por robar al menos cinco cascos de moto en los últimos 7 meses. Los robos se produjeron en grandes superficies comerciales de la capital aragonesa donde también había robado videoconsolas y ordenadores portátiles. Todo ello lo vendía después en tiendas de compra venta de artículos de segunda mano.

El portavoz de la Policía Nacional, Rubén Nido, explica cómo actuaba la detenida.
Tras ser detenida, esta sexagenaria pasó a disposición judicial este martes, como presunta autora de una serie de hurtos valorados en 32.000 euros.
"Esta mujer se aprovechaba de su apariencia de persona mayor para pasar desapercibida"
Portavoz Policía Nacional
La investigación comenzó el pasado mes de febrero, cuando los agentes sorprendieron a la mujer sustrayendo un casco de moto valorado en casi 1.000 euros en un establecimiento especializado.

Estos fueron los artículos que había robado esta mujer de 67 años.
Las cámaras de seguridad confirmaron que anteriormente, esta misma mujer había robado al menos otros cuatro cascos de moto en la misma tienda de Zaragoza.
MODUS OPERANDI
El 'modus operandi' de la detenida consistía en utilizar bolsas preparadas como 'jaulas de Faraday' que crean un campo eléctrico nulo en su interior para bloquear los sensores, con el fin de evitar la activación de las alarmas del centro comercial. También portaba bolsas de gran tamaño con las que ocultaba los artículos que había robado.
"Los artículos los vendía luego en establecimientos de compra-venta de productos de segunda mano"
Portavoz de la Policía Nacional
Esta mujer aprovechaba además su apariencia de persona mayor para pasar inadvertida. En ocasiones, incluso cuando sonaba la alarma, continuaba andando con naturalidad para no levantar sospechas.
Posteriormente, vendía los cascos en las tiendas de una cadena de compraventa de segunda mano, donde también había comercializado con cerca de 90 objetos más, como videoconsolas, ordenadores portátiles, auriculares y pequeños electrodomésticos. El valor total en el mercado de los efectos sustraídos supera los 32.000 euros.