El Mercado Central de Zaragoza es, sin duda, uno de los puntos a descubrir cuando viajas a la ciudad. En sus 70 puestos puedes econtrar pescaderías, pollerías, charcuterías, carnicerías o verdurlerías y por supuesto también puestos de restauración, a través de los cuales puedes descubrir la esencia de una ciudad, cruce de caminos, marcada por tres culturas.

Entre los puestos del mercado, hacemos parada en el puesto número 74, Pollería Olga, con 50 años de historia, que ha visto crecer y renovarse al mercado más grande de la ciudad. Lorena Muñoz regenta desde hace 11 años ésta pollería que ha heredado de su madre Olga quién todavía sigue trabajando en él, aunque pronto se jubilará.

Lorena lleva toda la vida en este mercado. “Me acuerdo venir aquí cuando vendían caracoles y en las futerías cogía zanahorías” nos cuenta Lorena que reconoce que “ahora se compra de otra forma”. Sin duda, los tiempos han cambiado mucho. Muñoz reuerda que “cuando era pequeña la gente pedía el pollo entero o que arreglarán el pollo sancándo las pechugas”, sobre todo para ahorrar más. Pero ahora la tendencia está en comprar más producto precocinado. Platos que puedan llevarse a casa de calentar y comer.

En ésta pollería puedes encontrar, una gran variedad de productos. Desde pollo de corral, pollo blanco de toda la vida, el clásico despiece, pero también hamburguesas que elaboran ellos mismo, hamburguesas de “Adelís”, croquetas, reboazados, alitas adobadas o pinchos morunos.

MI COMERCIO EN LA RED

El proyecto de “Mi comercio en la red” puesto en marcha por el Ayuntamiento de Zaragoza y Mercazaragoza busca ayudar a los pequeños negocios en la digitalización. La idea es ofrecerles formación para que puedan vender también a través de redes sociales, Facebook, Instagram o WhatsApp. “Nos llamaron desde Mercazaragoza y nos ofrecieron la oportunidad de que la gente nos concozca desde otro punto de vista y como ahora la gente se mueve en internet decidimos dar este pequeño o gran paso” explia Lorena. Así que ahora tienen Facebook, Instagram y también a través de WhatsApp. Ésta última es la que más éxito tiene. Los clientes les llaman y piden un pedido, bien para ir a buscarlo a una hora determinada, o bién para que se lo lleven a domicilio. “Empezó en la época de la pandemia, cuando la gente no podía venir pero ya nos hemos quedado con eso” cuenta Lorena. Los pedidos, además pueden recibrilos en bandejas para congelar o preparados como ellos quieran. Y es que, segú explica Lorena, la edad de las personas que compran en el Mercado Central está cambiando. Ya no son solo personas mayores, ahora hay muchas más familias jovenes que se acercan y buscan el asesoramiento de alguién de confianza.

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