Ponsarnau, en la cuerda floja tras la derrota del Casademont ante Tenerife (62-77)

Segunda derrota consecutiva en casa para el Casademont y tercera si tenemos en cuenta que también cayó ante Manresa antes del parón de la Liga en el mes de febrero. Los rojillos han caído por 15 puntos, 62 a 77 puntos, ante Lenovo Tenerife. Una mala racha, acentuada por el escaso acierto anotador del equipo en este último partido, que pone contra las cuerdas al técnico rojillo, Jaume Ponsarnau.

El primer cuarto estuvo marcado por la intensidad defensiva y la alternancia en el dominio del rebote defensivo. Ello provocó que la anotación se quedase en un escaso 12 a 11. Tras un primer parcial de 4 a 8, Casademont Zaragoza reaccionó con un buen Bone y con un Radoncic que le disputaba al ex rojillo Shermadini el protagonismo bajo aros en el rebote. Precisamente un robo de Bone con asistencia a Radoncic permitía a los zaragozanos ponerse por delante en el marcador: 9 a 8. Tras retirarse Shermadini de la pista, Casademont pudo crecer en el juego interior y terminar el primer cuarto venciendo por un punto: 12 a 11.

El segundo parcial comenzó mal para Casademont. Los rojillos bajaron notablemente su porcentaje anotador, mientras que Lenovo Tenerife dio un paso al frente con los puntos de Huertas. Con el 18 a 23 en el electrónico, Ponsarnau paró el partido y los rojillos se aproximaron en el marcador gracias a Bone, pero la salida a pista de Fitipaldo fue clave para los canarios. Sus puntos, unidos a los de Huertas, aumentaron el acierto anotador de Tenerife desde el triple hasta el 40%, mientras que Casademont se quedaba en un pobre 18%. Al descanso, los visitantes vencían con su máxima ventaja de partido, 11 puntos, 27 a 38.

UN PARTIDO SIN HISTORIA TRAS EL DESCANSO

Tras el descanso, los de Vidorreta aumentaron a 14 puntos su ventaja (38 - 52). El dominio de Tenerife bajo aros continuó con 30 rebotes, 20 de ellos en defensa frente a los 13 de Casademont. Ello se sumó a las imprecisiones en el ataque rojillo, pérdidas de balón incluidas. La ventaja de los canarios no bajó de los 10 puntos con un 46 a 57 al final del tercer parcial.

Ya en los últimos 10 minutos, el partido tuvo poca historia. Los zaragozanos tardaron tres minutos en anotar, lo que fue aprovechado por Tenerife para alcanzar una renta suficiente que le permitió terminar el encuentro con total tranquilidad sin un mayor esfuerzo sobre la pista. Al final, la derrota aragonesa fue por 15 puntos, 62 a 77, lo que derivó en pitada desde la grada y gritos de "Vete ya" para el técnico rojillo. La próxima cita, veremos si con Ponsarnau en el banquillo, será en la pista de Valencia Basket.

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